El General… y Nosotros
Por José Villegas (*)
El gran estratega, autor y ejecutor del “Plan Continental” moría lejos de su tierra amada aquel 17 de agosto de 1850, en un ostracismo que prefirió, antes de levantar su espada contra sus propios hermanos y entorpecer la marcha de la liberación final de la América del Sur en los campos de Ayacucho.
Los puntanos en nuestra Historia de la Independencia, hemos tenido un vínculo físico y afectivo con aquel insigne guerrero. Porque supo elegirnos y valorarnos en nuestro coraje, y nobleza. Tan es así que como ejemplos podemos decir que de aquel glorioso Regimiento de Granaderos a Caballo bajo su mando, compuesto por un pie de fuerza de 476 granaderos, ¡¡204 de aquellos héroes fueron puntanos!! Luego, San Lorenzo, donde el mayor porcentaje de bajas en combate, fueron los bravos granaderos puntanos.
El historiador mendocino Damián Hudson (contemporáneo de los sucesos que relata), corrobora el juicio contundente y roborativo del Coronel Olazábal con la siguiente información: “Una compañía vino de San Luis a Mendoza para formar el regimiento de Granaderos a Caballo, que en su mayor parte se componía de puntanos de hermosa talla, fuerte musculatura, bravos y predispuestos, por genio, a la carrera de las armas”.
Conocedor San Martín de la comunicación de Olazábal, se apresuró a escribir a su leal colaborador, el gobernador Dupuy diciéndole: “Me apresuro a felicitar a V. E. y a ese benemérito pueblo, manifestándole la expresión de mi gratitud y su patriotismo y constantes esfuerzos, que sin duda fue el móvil más poderoso que contribuyó a la formación del Ejército de los Andes”.
El mismo San Martín, al remitir en 1816 el estado de los ciudadanos puntanos que integraban el Ejército de los Andes, recalcaba: “El adjunto estado que tengo el honor de incluir a V. E. manifiesta bien claramente los sublimes sentimientos de la heroica ciudad de San Luis. No son los españoles los que subyugarán a pueblos capaces de hacer sacrificios. Estoy seguro de la satisfacción que tendrá el Supremo Director del Estado cuando V.E. eleve a su conocimiento el heroico patriotismo de la ciudad de San Luis”.
Entre 1814 y 1819, los hombres activos de entre 16 y 50 años de edad integraron el Ejército de Los Andes acudiendo desde todos los rincones de la provincia. En los campos de Chacabuco, Cancha Rayada y Maipú, participaron dos mil ciento ochenta y cinco (2.185) heroicos hijos de esta tierra. Y, como el Libertador conocía muy bien ese heroicismo y pensando en el Perú, mandó en 1819 al Gral. Alvarado a buscar novecientos (900) puntanos más para su embarque en el puerto de Valparaíso, hacia las costas peruanas. Así, el Gral. San Martín es justicieramente reconocido por todos los puntanos y argentinos como “El Padre de la Patria”; Chile le debe su Libertad; los peruanos lo llaman “Supremo Protector del Perú” y los europeos lo consideran “El Libertador de América del Sur junto a Simón Bolívar”.
Es por ello que, con aquella elección, nuestro pater-nostrum nos dejó como impronta la formación moral, aguerrida y espiritual que, como pueblo heroico, hoy tenemos.