Nunca se parte…
Febronio Zatarain (*)
Nunca se parte porque nunca se va a otro lado. El lugar al que se va siempre es el mismo, todo transporte ha salido de mi pueblo con destino a mi pueblo. Nunca he conocido a ningún forastero, nunca he dormido en ningún cuarto que no haya sido el mío; camino y camino y nunca he visto mi celda desde fuera.
¿Quién dijo que se camina con los pies?, con ellos no se va a ningún lado, con mis pies he hecho de mi pueblo otros pueblos, con mis pies he soñado tierras, gramas, lodos, asfaltos; pero yo sigo en el mismo pueblo, en mi misma celda.
Sólo hay un pueblo en el mundo, y cuando camino en el mundo, camino en mi celda; el mundo sale de mis pies, y mis pies no salen del mundo.
Quiero salir de mi celda, del mundo; quiero que me palpe el aire, pero el de afuera, no el que sale de mis pies, porque a ése lo conozco desde mucho antes.
Quiero divisarme, caminar hacia mí y palparme.
(*) Este texto pertenece al autor nacido en México que Vive en Chicago, Estados Unidos, fue premiado como primer premio, y conforma parte del libro: Antología Prosa Poética Homenaje a Raquel Weinstock. Su versión digital está disponible en: