Observar la vida a diario, dibujar para eternizarla
El artista gráfico Marcelo Bentivegna presentó su primer libro: “Humor Serio”
Por Polaco Altavilla
La gente iba y venía por el Hall del Centro Cultural Puente Blanco y se detenía a ver los dibujos expuestos en varias mesas y, además de las fotos para compartir en las redes sociales, generaban una sonrisa en complicidas con quien estuviera al lado, y para alguna info adicional, estaba él, su creador: Marcelo Hugo Bentivegna.
A mediados de la última semana de octubre, Bentivegna (que se define artista gráfico y pintor) estrenó en sociedad su primer libro propio, “Humor Serio”, con la exposición de dibujos y una charla en el teatro. El contenido del ejemplar son los originales relacionados a notas, informes y especiales periodísticos, gran porcentaje referido a la pandemia y con otras inspiraciones, publicados en secciones de El Diario de la República y la revista “El Campo”.
“Como artistas visuales, la muestra es lo máximo”, comentó Marcelo sobre la posibilidad de realizar la expo con los bocetos crudos, mientras de fondo sonaba el saxo tenor de Fabio González, que recibía a las visitas en el salón.
De pronto ¡flash! la presencia de fotógrafos y los medios de comunicación que cubrían la venue.
El anfitrión contaba a los curiosos que comenzó en 2006 publicando humor gráfico en un diario de Córdoba, y paralelamente pintaba en óleo y acrílico. En historieta, durante 2 años, hizo una tira testimonial de la Historia de San Luis en la contratapa de “El Diario de San Luis”, en 1990.
Su primera historieta de página completa, con guion y dibujo propio, apareció en la revista cultural “Sobre Vuelos y Tiempos” en 1991. Eran 4 páginas por capítulo. Después creó a varios personajes, siendo el más popular “Don Rosendo Mate Amargo”, para la contratapa del diario “La Opinión”. Algunos de estos trabajos fueron premiados con la publicación en un libro de antología, con menciones y también becas.
En una tarde noche apacible, era un correr incesante de estudiantiles presencias, ya que en las aulas y el teatro Hugo del Carril se realizaban los Intercolegiales Culturales.
La charla/muestra de Marcelo en la Sala Berta Vidal de Battini estuvo organizada por la Secretaría de Estado de Cultura, con la jefa del Área San Luis Libro, Mercedes Fernández Luna, presente junto a periodistas, autores, escritoras, artistas y músicos. Así de amplio es el abanico de personalidades en la agenda de actividades de Marcelo.
Quién es Bentivegna
“El único artista gráfico de la familia soy yo”, reconoció Bentivegna, porque del lado paterno son músicos. Su hermano Sergio es trompetista; sus primos son bateristas, tecladistas y guitarristas, y el abuelo fue violinista del Teatro Colón.
Incluso si los lectores y las lectoras realizan un recorrido mental en torno al humor gráfico en San Luis, con presencia en medios gráficos de relevancia, la enumeración se acota rápidamente a pensar en Alberto Bordigoni y Bentivegna. Espacios actuales de difusión y visibilización como la Comic Con han ayudado a que surjan nuevos nombres.
Marcelo tuvo una conexión rockera con Soda Stereo en 1989, cuando el trío realizó una gira nacional y pasó por la provincia, él realizó la campaña gráfica con el diseño de los posters. “Lo vi a Cerati llevarse esos dibujos bajo el brazo. Estoy muy contento por lo que significó para mí… pero me quedé sin los originales”, comentó sonriente.
Con formación en Artes Visuales y Pedagogía, es docente en la Secundaria de Arte N°2 “Nicolás Antonio de San Luis”, el arte a veces se hereda: sus hijos Mauricio y Brenda “dibujan muy bien, pero están más metidos en la tecnología”, dijo el mentor.
Ahora que todo eso pasó (que no es lo mismo a “que pasó de todo”) se pueden contar infidencias del porqué éramos varios para conversar en vivo, como característica principal de ese aquelarre: Marcelo estuvo acompañado en el teatro porque no se animaba a hablar solo frente a tanto público, aunque la mayoría de éste fueran parientes y amistades.
Con la intención de convertirla en una charla informal, sin libreto preestablecido ni dirección en las conversaciones (lo que se comprobó a los pocos minutos), el autor recurrió a la complicidad de la amistad y así fue como contó con la verborragia de Pablo Leyes, que es el gerente comercial de Payné S.A, la imprenta a cargo de la edición del libro, y de un servidor (este humilde columnista de La Opinión, por si alguien se perdió al llegar hasta acá). Un trío que suele cruzarse en los pasillos de El Diario, donde se desempeñan laboralmente.
La presentación comenzó dentro de los estándares del protocolo oral de la locutora Viviana Carranza… y hasta ahí venía todo bien, la producción nos pidió ser breves, pero en cuanto se desató la oratoria del trío comenzaron las sonrisas y se rompió el hielo para distenderse con anécdotas y pormenores referidos a la concepción de sus dibujos y la influencia e inspiración para componer un cuadro que defina una situación que tiende a ser humorística, aunque sea de credo relato social, político o medio ambiente. Además, como en una charla de café, hubo datos personales que generaron risas.
Leyes, con un lenguaje técnico, preciso, pero no ortodoxo, explicó los detalles de la creación, edición e impresión del libro, cuánto cuesta realizarlo (no desde lo económico sino de la construcción del ejemplar), el gramaje de las hojas, tipo de papel (si llevaría color o sería en dos tonos) y el tiempo desde que presentó la idea hasta que lo tuvieron en las manos.
“Fue muy interesante la respuesta que tuvo con nuestra gente, porque es un producto hecho en San Luis, de un puntano para puntanos”, expresó el autor de la primera tirada, y contó que esa edición se agotó rápidamente y para mostrar en las notas de prensa sólo tenía ‘la corrección’. Para esta charla imprimió cierta cantidad que estuvo a la venta en el lugar.
Generoso y compañero, Marcelo resaltó la dedicación profesional del equipo de colaboradores de la imprenta Payné S.A. y anticipó que pronto estará en librerías y kioscos de la provincia.
Me resultaba importante resaltar las ideas del prólogo que Marcelo me pidió para este novel producto y hablé de la paciencia del artista. “Son 100 páginas y en cada una hay un dibujo, o sea que pasaron 100 semanas desde que comenzó a crearlas. Y todo eso, sin tener a futuro la intención de compilarlas en un libro”.
También hubo espacio para creaciones más originales todavía, que pertenecen al museo personal de este columnista.
El año pasado, desde la redacción de La Opinión confiaron en que escribiera notas centrales sobre hechos icónicos de la música. Entonces al escribir de una celebración rocker no dudé en darle una impronta distinta a lo habitual de recurrir al archivo de fotos, y pensé en que una caricatura le imprimiría más entidad.
Con paciente dedicación y generosidad (Marcelo no hace caricaturas), realizó un formidable retrato con birome negra a mano alzada de Bob Marley para el recordatorio por el 40 aniversario del fallecimiento del profeta rastafari, publicado en los semanarios La Opinión y La Voz del Sud (que edita Payné y cada domingo copan los kioscos de la provincia y localidades aledañas). Ese fue el primero, a dos páginas, el 9 de mayo de 2021, al que le siguió a los pocos meses la fiesta por las cuatro décadas del emblemático tema “Imagine”, de John Lennon, en la edición del 3 de octubre.
Lo dijo en la charla del Centro Cultural, y me parece acertado hacer un salto cronológico para contar ciertos detalles en sus creaciones, porque Bentivegna recordó las palabras del pintor ruso Vasily Vasílievich Kandinsky: “La gente ve un dibujo, pero nosotros tenemos que dibujar lo que no se ve”, por ejemplo, y acá viene la resolución: en el dibujo de Marley detrás suyo y en forma de alas aparece un pentagrama con notas musicales. “Esas alas no las tenía, por supuesto, es un humano… pero quien las vea en esa imagen puede imaginar que sí las tiene”.
Otro detalle pícaro es que Míster Bob se fuma un cigarrito -guiño, guiño- y el final del humo forma una aureola sobre su cabeza. “Suponiendo que es un angelito y esté en el cielo, ¿cierto?”, bromeó Marcelo, aunque el detalle, sea cual haya sido el destino final de Marley quedó muy bueno y bien definido.
Con una trayectoria como artista y gráfico que superó las tres décadas, Bentivegna definió que estar en El Diario de la República no es ser parte de una empresa: “soy más que de la casa: soy de la familia”, dijo entusiasmado. “Siempre digo que ‘me aguantaron’ más en El Diario que en mi casa”, bromeó nuevamente cómplice.
“El humor es una vía donde uno puede ser crítico y puede comunicar”, expresó Marcelo, y agregó que le gusta el absurdo “porque tiene mucho de verdad”.
Docente al fin, Marcelo citó a otra influencia, Pablo Picasso, quien dijo: “El arte es una mentira que me lleva a la verdad”. Para el artista puntano, la cita textual tuvo mucho que ver en la elección del título de su primer opus. “Es ‘Humor Serio’ porque es una paradoja. Dentro del humor, de esa burla -porque es una cargada- se llega a la realidad”.
Para reforzar el concepto, Marcelo comentó al respecto del título, que “el ‘humor serio’ viene de los dibujantes, caricaturistas, ilustradores, que nos comunicamos a través del humor porque es crítico. Le faltamos el respeto a la mentira y con el humor le faltás el respeto a la mentira de la realidad, y de eso surge lo que es la verdad del humor. Detrás de cada humor tiene que haber algo real”.
El investigador del arte y de la vida, afirma que “dentro de un chiste hay una gran verdad”.