ABISMOS
La Opinión/La Voz del Sud
Orientamos con una consigna a la IA ChatGPT para escribir un texto creativo, dimos la misma consigna a Viviana Bonfiglioli, madre y padre de los Silenciosos Incurables que habitan este espacio. El resultado queda para disfrute de cada lector/a o inteligencia artificial.
Consigna: escribe un microrrelato en el que hay un hombre y una mujer mirando un paisaje y sintiendo mucha atracción entre ellos, pero mantienen la distancia. Qué siente ella, qué contradicciones enfrenta, utiliza metáforas, imágenes sensoriales, el texto debe llamarse abismo. No poner ni consejos, ni moralejas, ni conclusiones, para mejorar el vuelo literario.
Abismo
IA
El abismo se abría ante ellos, un vacío oscuro e infinito que parecía devorar todo a su alrededor. Él y ella se mantenían a una distancia prudente, admirando el paisaje sin atreverse a acercarse demasiado. La atracción era evidente, un magnetismo que los mantenía unidos aunque no se tocaran.
Ella lo miraba de reojo, sintiendo un fuego ardiente que la consumía por dentro. Quería acercarse a él, perderse en sus ojos oscuros y dejarse llevar por la pasión, pero algo en su interior le impedía dar el primer paso. ¿Qué pasaría si se lanzaba al vacío y caía en picado hacia el abismo? ¿Y si todo se desmoronaba a su alrededor y no había vuelta atrás?
Él parecía ajeno a sus pensamientos, concentrado en el paisaje que se extendía ante ellos. Su rostro estaba sereno, pero ella podía sentir la tensión que lo recorría de pies a cabeza. ¿Qué estaría pensando? ¿Acaso sentía lo mismo que ella, esa sensación de vértigo ante el abismo que se abría ante ellos?
El sol comenzó a ocultarse detrás de las montañas, tiñendo el cielo de tonos naranjas y rojos. Era el momento de partir, de alejarse de aquel lugar mágico y regresar a la realidad. Él se giró hacia ella, y por un instante, sus ojos se encontraron en un abismo de sensaciones. La distancia que los separaba era como una grieta que los dividía, pero a pesar de todo, ella sabía que la atracción entre ellos seguiría allí, latente como un volcán a punto de estallar.
Abismo
Viviana Bonfiglioli
Se baja del auto, sin respirar, él la sigue. Ella puede percibir la columna de aire apoyada en la cabeza, en los hombros; la humedad de cada hoja del bosque a sus espaldas, las pestañas maquilladas de una mujer a veinte metros, la orilla afelpada de los labios del hombre que la mira a treinta centímetros.
Ve la bruma celeste que empaña la ciudad, el desierto calcinado de sal. Todo lo que se asoma al abismo, se asoma a ella también. Se cae sin moverse, sin avanzar pero sin retroceder y sigue parada, atajada por su pulso.
Mira el fondo de los ojos de ese hombre, más hondo que el paisaje que se ofrece a sus pies. Un vértigo le amordaza las manos, los dedos y el cuerpo que lo espera.
Su voz dice temblando: —Qué buena vista.
Y él, que estuvo con ella, compartiendo los tambores y la caída y el dolor, sonríe apenas y no se mueve, ni deja de mirarla.
Se suben al auto, se van con el cuerpo dolorido, aturdidos, obedientes, a salvo de los saltos al vacío.
Nunca más un atardecer desplegará esa ciudad, ni esa bruma, ni esa brisa para ellos.
Pero se van como si todos los días pudieran sacar a pasear el alma en carne viva.
Sobradas diferencias Las texturas de la madrepadre se contraponen a una escritura de principiante. Me quedo con la experiencia.
Me gustan las dos versiones pero evidentemente la creación humana supera a lo computacional, por ahora, a no confiarse
La creatividad de Vivi supera ampliamente a la IA!