El grupo renueva su espectáculo y promete sorprender al público con innovaciones

Tomás Nieto

Dialogamos con Sergio Celada, la primera voz del grupo puntano ADN Folklore, quien detalló los cambios artísticos que han introducido en su nueva producción musical. Estos cambios serán estrenados este fin de semana en una peña.

Con diecisiete años de presencia ininterrumpida en los escenarios locales y manteniendo la misma formación inicial, el grupo considera que es momento de cambiar. “Desde hace un tiempo estamos trabajando en esta etapa de renovación de nuestro espectáculo, tanto en el repertorio como en los aspectos técnicos que están relacionados con nuestro desempeño en el show, ya sea en un salón, un festival o una peña”, detalló el vocalista.

La larga trayectoria del grupo en la escena local, participando en eventos tanto públicos como privados, ha mantenido la fidelidad de un público que los sigue y acompaña. Este público ha aceptado de buena manera el repertorio del grupo, el cual siempre ha abarcado el cancionero nacional de diferentes regiones del país, manteniendo un estilo propio que se destaca por sus voces potentes.

Quienes han presenciado alguna vez sus shows saben que el grupo navega por diferentes ritmos.

“Para los próximos shows, hemos incorporado el ritmo de la chamarrita, el cual puede resultar bastante difícil para aquellos que no son del litoral. Es un estilo que gusta mucho y queríamos incorporarlo”, anunció Sergio. La incógnita se develará este fin de semana, cuando el público tenga la oportunidad de presenciar el trabajo realizado durante los ensayos que, sin falta, se llevan a cabo cada martes en la casa de Celada.

Además, el grupo estará presente este fin de semana en una importante fiesta privada en Potrero de los Funes, así como en la inauguración de un nuevo salón de eventos en la avenida del Portezuelo. Durante estos eventos, presentarán gran parte de las canciones que formarán parte de su nuevo repertorio, buscando la aprobación del público. Aunque son canciones nuevas dentro de su propia carrera musical, pero muy reconocidas dentro de la música litoraleña.

Los cambios e innovaciones que promete el grupo van más allá de su repertorio musical. Han trabajado arduamente para lograr un nuevo enfoque técnico en sus presentaciones. “No queremos que sea simplemente una presentación de artistas en el escenario, sino que deseamos interactuar con el público en cualquier lugar donde nos presentemos”, explicó Sergio. Para ello, han adquirido un set de equipamiento inalámbrico que les permite utilizar micrófonos e instrumentos de manera más dinámica. Esto les permitirá desplazarse entre la audiencia y lograr que la gente participe e incluso cante junto a ellos.

La característica más llamativa de ADN es su mezcla cuidadosamente pensada entre el humor y la música. Sin embargo, establecen ciertos límites en este aspecto: “interactuamos con la gente a partir del humor, que en los tiempos que vivimos tiene que ser muy cuidado, porque el humor pasó a ser agresivo, o nocivo con la gente, a veces. Pero bueno, gracias a Dios siempre hemos tenido esa delicadeza, de tener esto en claro y ser respetuosos para que nadie se sienta identificado, los protagonistas de cada chiste somos nosotros, total, tenemos gordos, feos, negros, flacos, de todo, así que podemos hacer chistes de toda clase entre nosotros mismos”, afirmó Sergio entre risas.

A pesar de estos cambios, el grupo promete mantener la misma estructura instrumental que los ha unido hasta ahora: guitarra, bombo y acordeón. Se definen simplemente como cuatro amigos que decidieron emprender juntos este camino. Además, valoran la capacidad de aceptar sus diferencias marcadas por la edad.

Emanuel Alcaraz, en guitarra, tiene 38 años, Adrián Logedaray, en el acordeón, supera los 40, y Osvaldo Suárez, en el bombo, comparte la misma edad que Sergio, quien es la primera voz del conjunto. Juntos, tienen la difícil tarea de hacer reír al público entre chistes, aros picantes y no tanto.

Dentro de su enfoque innovador, el grupo es consciente de que no todo vale. Reconocen que el público a veces tiene ciertas reservas, especialmente con la música tradicional. “Podemos hacer sonar una cueca con acordeón, pero también entendemos las limitaciones musicales que tenemos. Por ejemplo, hacer una tonada con una sola guitarra no me permitiría jamás incluir un acordeón, aunque sea posible hacerlo. No considero que sea el instrumento autóctono característico del folclore cuyano”, explicó Sergio.

Sergio dejó en claro que la única forma de mantenerse durante estos diecisiete años ha sido trabajar desde el respeto, con el objetivo de que el oyente quede satisfecho y feliz, ya que esta aceptación es lo que los ha mantenido vigentes.