Por WGM Claudia Amura

El ajedrez tiene características muy interesantes y nos adiestrará en cuestiones cotidianas e incluso  servirá como estrategia para el estudio, el trabajo, la política, los negocios, etcétera.

Aprender a jugar ajedrez es una tarea sencilla aunque requiere de al menos una hora de nuestro tiempo y desde luego la máxima atención e interés.

Luego de conocer los rudimentos, es decir la forma en que mueven las piezas (no digan fichas porque se darán cuenta que no tienen mucha idea del tema) debemos recordar cuál es la posición inicial y que la partida comienza con el movimiento de las blancas, después será una vez cada uno.

El valor de las piezas no debe dejarse librado al azar y sobre todo recordaremos que el Rey es la pieza fundamental en la lucha por lo que intuimos su aspiración a la inmortalidad; sin Rey no hay partida, como sin pelota no hay fútbol. 

“El Rey no se come”, al menos así lo dicen los “profes” en la escuela, pero cuando le dan jaque mate no vemos el acto de comer pero lo adivinamos.

“Pieza tocada, pieza movida”: a veces nos damos cuenta del error y queremos retroceder, en la vida quizá se pueda, pero en el ajedrez el adversario no será tan flexible ya que tu error será su camino a la victoria.

“Dar la mano al rival”: aunque sea una partida amistosa. El gesto es necesario al comenzar y al finalizar la partida… Aunque recuerdo a más de uno que después de una derrota, me tirara las piezas por la cabeza.

“La táctica es una consecuencia de la estrategia”: reiteraba el GM Oscar Panno cuando se venía la noche en una posición. En ese momento empezábamos a buscar el sacrificio de pieza que nos llevaría al triunfo… planificamos, ubicamos estratégicamente nuestras piezas y cuando  se encuentran en la  posición óptima hay que dar el zarpazo final; sin embargo hay que saber tirarse al vacío, porque el más mínimo error nos puede ocasionar una derrota.

“Tiempo contra material”: así definía Kasparov sus constantes sacrificios de peones que le permitían hacer jugadas de mucha actividad para posicionarse mejor y finalmente el rival no sólo debía hacer la devolución del peoncito, sino que con él se le caía toda la posición. ¡Cuántas veces debemos dejar algo en el camino para recoger con más energía al finalizar la carrera! Eso es lo que llamamos inversión.

“A menos bulto más claridad”: hay posiciones ultra complejas que necesitan ser simplificadas y así será más fácil evaluarlas; la clave no es sólo simplificar sino evaluar que la posición resultante nos favorezca.

“Mirar todo el tablero”: el exceso de confianza puede tentarnos y así dejaremos cosas libradas al azar. Conocer el terreno y dominarlo es una clave para el estudio y el trabajo.

“Golpe de vista”: lo desarrollamos con trabajo, como dijera un conocido GM mexicano “La táctica causa en el cerebro lo que el ejercicio en el músculo” y el golpe de vista termina siendo un acto reflejo, son esas decisiones que muchas veces tomamos acertadamente sin saber porqué, pero lo hacemos porque estamos entrenados, o hemos acumulado una larga experiencia.