La Aldea y el Mundo, Notas Centrales, San Luis

Vivir con endometriosis

Científicas de San Luis estudian un posible tratamiento contra una enfermedad que es difícil de diagnosticar, pero que afecta a una de cada diez mujeres. Aunque no tiene cura, los síntomas pueden aliviarse.

Dayana Anahí pallero Lagos

Científicas de la UNSL están estudiando un posible tratamiento para la endometriosis y su impacto en el útero. Esta enfermedad afecta al 10% de las mujeres y no tiene cura, lo único que puede mejorar la calidad de vida son los tratamientos. Por esta razón se buscan terapias cada vez más eficaces y seguras.

La endometriosis es una enfermedad ginecológica crónica y multifactorial. Recibe este nombre por el endometrio, que es el revestimiento del útero y sirve para albergar un embrión. Cuando el tejido endometrial crece fuera del útero provoca enorme dolor que muchas veces se asocia con la menstruación.

Para aliviar el dolor es común el uso de antiinflamatorios no esteroideos y analgésicos como el ibuprofeno. Otros métodos usados son los anticonceptivos como las píldoras e inyecciones, pero no son convenientes para las mujeres que desean quedar embarazadas. En ocasiones se recurre a la cirugía para extirpar las lesiones, las adherencias y los tejidos cicatriciales de la endometriosis. 

La elección del tratamiento depende de las preferencias de cada mujer, los efectos secundarios, el costo, entre otros. Una mayor cantidad de tratamientos es crucial para mejorar la calidad de vida de las pacientes. Por todo lo dicho, investigaciones como la que se está dando en la UNSL son celebradas y merecen tener un seguimiento. 

Sobre esta potencial nueva terapia

Florencia Belén Zapata, alumna de la Licenciatura en Bioquímica, estudió el posible impacto de la quelación de cobre en el útero. Esto surgió luego de que su grupo de investigación demostrara que este enfoque terapéutico inhibe la progresión de la endometriosis experimental inducida en ratones hembras. 

Para determinar este impacto, Zapata indujo la endometriosis en ratones hembras, a través de una cirugía. En este procedimiento se sutura fragmentos de útero sobre el mesenterio intestinal.

La investigación se realizó en el Laboratorio de Biología de la Reproducción de la UNSL/Conicet, dirigido por la Dra. Marilina Casais. Por otro lado, la estudiante es beneficiaria de la beca nacional de Estímulo a las Vocaciones Científicas (EVC).

En el estudio se observó un aumento de cobre en el fluido peritoneal de ratones con la patología. Este es un antecedente relevante considerando que existen reportes de niveles elevados de cobre en suero y orina de mujeres con endometriosis.

Ya implantada la lesión se comenzó a administrar vía oral tetratiomolibdato de amonio (TM), un quelante de cobre de rápida absorción y de perfil seguro. Los efectos de TM sobre la progresión de la endometriosis experimental ya comenzaron.

Estos son estudiados por la Lic. Rocío Conforti y la Dra. María Belén Delsouc, pero no se había profundizado en el análisis del útero.

Los resultados mostraron que TM disminuye el desarrollo de las lesiones endometriosicas. Se redujo el tamaño y volumen de las lesiones, los niveles de estradiol volvieron a valores basales. Incluso se incrementó el estado oxidativo y el proceso que implica la formación de vasos sanguíneos en los implantes se vio afectado. Con este panorama, Florencia analizó si la administración del fármaco en los ratones con endometriosis alteraba la histología y el estado oxidativo del tejido uterino. 

“Adjunta a mi adhesión”, por Eugenia Lee.

TM no causó un efecto adverso en el útero, a pesar de inhibir considerablemente el desarrollo de lesiones tipo endometriósicas en el mismo modelo experimental. Estas observaciones siguen apoyando el estudio del TM como posible tratamiento innovador para la endometriosis.

“Con este trabajo se genera conocimiento necesario para buscar otras alternativas terapéuticas. La endometriosis es variable, no todas las mujeres presentan los mismos síntomas. El objetivo del equipo científico es buscar otras alternativas no hormonales que sean seguras a largo plazo”, explicó la estudiante, junto a su directora. También sostuvieron que se trata de una investigación básica ya que aún continúan estudiando en un modelo experimental.

Con esta investigación, Florencia representará a la UNSL en las jornadas internacionales de Jóvenes Investigadores que se realizarán en el mes de octubre en Paraguay.

La endometriosis en primera persona

“Es muy difícil padecer esta enfermedad, aprendés a vivir con el dolor” cuenta Belén, quien fue diagnosticada con endometriosis hace unos años. “Te cambia la vida, no podés hacer tu rutina normal”, relata mientras explica que en distintas oportunidades los síntomas le impidieron salir de su casa. Tampoco sirve de mucho querer organizar una rutina porque los dolores aparecen “sin aviso alguno”. 

Los síntomas varían según cada paciente, pero lo principal es dolor intenso durante la menstruación, como también antes y después de las relaciones sexuales. En algunos casos también puede presentarse dolor pélvico crónico, cansancio, depresión y hemorragia durante la menstruación. “Podés estar un mes con la menstruación y sos más propensa a tener infecciones urinarias”, comenta Belén, que debió acostumbrarse a estas situaciones. 

Al tener tan variables y diversos síntomas es dificultoso llegar al diagnóstico de endometriosis, las pacientes también destacan el desconocimiento de esta enfermedad. Muchos profesionales de la salud minimizan los síntomas, se lo atribuyen a típicas molestias menstruales o dolores propios de los quistes ováricos.

La experiencia de Belén es un ejemplo de estos casos. “En principio me dijeron que era diabetes, después me diagnosticaron quistes en ambos ovarios”, cuenta ella. Incluso fue medicada para estos padecimientos, pero al no notar cambios pidió otros estudios que desestimaron los primeros resultados. Tras muchos meses de dolor llegó el diagnóstico adecuado. “En 2021 fui a un médico clínico y al explicarle los síntomas me dijo que podía ser endometriosis”, relata. “Fue cuando empezó un nuevo camino”, explica. Me derivaron con un especialista que, tras una serie de estudios, confirmó el diagnóstico y empezó mi tratamiento que implicó una histerectomía”.

“Si sola”, por Eugenia Lee. Artista experimental autista, intenta transmitir sus propias experiencias psicológicas del miedo a la endometriosis
y la adenomiosis relacionado con el dolor a través de una metáfora visual.

Lamentablemente es una enfermedad sin cura y que produce fuertes transformaciones en la vida personal. “Se siente un poco de tristeza, yo lamento no poder ser mamá”. dice Belén, quien destaca además la necesidad de una ley de endometriosis. Esta legislación es un constante pedido de las mujeres con endometriosis de nuestro país. La que permitiría una mayor atención, búsqueda de nuevos tratamientos, especialización de los profesionales y mejor acceso a intervenciones quirúrgicas. 

La OMS, por su parte, observa una falta de equipos multidisciplinarios con la amplia gama de aptitudes y equipos necesarios para el diagnóstico temprano y el tratamiento eficaz. También pocas herramientas para detectar y predecir con precisión cuáles son los pacientes y los grupos poblacionales con más probabilidades de padecer la enfermedad. Asimismo, existen muchas lagunas de conocimiento y se necesitan métodos de diagnóstico no invasivos, así como tratamientos que no impidan el embarazo.

Belén además insiste en que si alguna mujer sufre algunos de estos síntomas no los normalice. “Aconsejo buscar ayuda profesional y otras opiniones si los profesionales de la salud minimizan los síntomas”, sugiere. “No es normal el dolor de ovarios crónico, no es común tener hemorragias, ni dolor en las relaciones sexuales, busquen ayuda”.

Evidentemente se necesita mucha más información y acompañamiento. Es hora de visibilizar una enfermedad que afecta a millones de mujeres. Y claro, se celebran nuevas investigaciones como las de Florencia.