La Aldea y el Mundo, Notas Centrales, San Luis

El poder simbólico de los colores

Una exploración sobre el profundo y constante impacto social y cultural que tuvieron a lo largo de la historia

Gerardo Masman

Los colores han desempeñado un papel fundamental en la historia de la humanidad. Desde los albores de la civilización, los seres humanos han utilizado los colores para expresar emociones, transmitir significados y establecer conexiones culturales. El poder simbólico de los colores ha sido una parte integral de la comunicación visual y ha evolucionado a lo largo de los años, reflejando los cambios en la sociedad, la tecnología y la cultura.

Píntalo de sentido

En los tiempos prehistóricos, nuestros antepasados pintaban en las paredes de cuevas utilizando pigmentos naturales como el ocre y el carbón. Estos primeros ejemplos de arte rupestre nos muestran cómo los colores eran utilizados para representar la vida cotidiana, la caza y las creencias espirituales.

Los colores brillantes como el rojo y el amarillo simbolizaban el sol y la vitalidad, mientras que los tonos oscuros como el negro se asociaban a la oscuridad y lo desconocido.

En las civilizaciones antiguas, como la egipcia y la griega, los colores tenían una gran importancia simbólica. Por ejemplo, el azul se asociaba con el dios egipcio Amón-Ra y simbolizaba la divinidad y la realeza.

Los griegos utilizaban el blanco para representar la pureza y la paz, mientras que el rojo estaba vinculado a la guerra y la pasión.

Estos colores no solo se aplicaban en el arte, sino también en la indumentaria y la arquitectura, influenciando la percepción cultural de la época. Por ejemplo el ejército Espartano usaba vestimentas oscuras y capas tojas para que no se vieron manchadas por la sangre derramada en las batallas.

Durante la Edad Media, la Iglesia Católica desempeñó un papel fundamental en la promoción de colores simbólicos.

Los vitrales de las catedrales góticas, por ejemplo, eran una forma de enseñanza visual para la población analfabeta, y los colores utilizados en ellos tenían un profundo poder religioso. El azul, el oro y el rojo eran colores comunes en estas obras, simbolizando respectivamente la divinidad, la luz divina y el sacrificio de Cristo.

Emociones, significados y efectos

El Renacimiento marcó un período de redescubrimiento de las artes clásicas y un mayor interés en la representación precisa de la realidad. Los artistas renacentistas, como Leonardo da Vinci y Miguel Ángel, utilizaron una paleta de colores más amplia y realista en sus obras. Esto permitió una mayor expresión de emociones y significados a través de la elección de colores. Por ejemplo, el verde se convirtió en un símbolo de esperanza y renacimiento, mientras que el amarillo y el dorado se asociaron con la riqueza y el poder.

La llegada de la Revolución Industrial trajo consigo avances tecnológicos que influyeron en la producción y disponibilidad de pigmentos. La invención de la rueda de colores por parte de Sir Isaac Newton en el siglo XVII permitió un mayor estudio de la teoría del color. Durante el siglo XIX, la revolución química llevó a la creación de nuevos pigmentos sintéticos, lo que amplió aún más la paleta de colores disponibles.

La psicología del color también comenzó a desarrollarse en esta época. El libro “Teoría de los colores” de Johann Wolfgang von Goethe y los estudios de psicólogos como Gustav Fechner y Wilhelm Wundt exploraron cómo los colores afectaban nuestras emociones y percepciones. Por ejemplo, se descubrió que el rojo podría aumentar la frecuencia cardíaca y la atención, mientras que el azul tenía un efecto calmante.

Los colores comenzaron a tener un valor esencial en la moda e incluso provocaron transformaciones en lo que hasta ese momento estaba establecido.

Por ejemplo, tras la boda de la reina Victoria de Inglaterra, quien se casó de blanco, las novias empezaron utilizar este color para sus ceremonias de enlaces, cosa que cambió durante la Primera Guerra Mundial, ya que los tejidos claros eran muy caros y la mayoría de las mujeres contraían nupcias vestidas de negro.

Algo similar sucede con el negro como color de luto, esto se institucionalizó en el siglo XVI gracias a los Reyes Católicos, que promulgaron la pragmática de luto y cera y se termina de instalar como moda nuevamente por la reina Victoria, quien vistió de negro, hasta su muerte, tras enviudar; aunque no es así, en todas las culturas por ejemplo, en la India se visten de blanco, en Sudáfrica de rojo durante las ceremonias de los funerales, en Siria de azul y Tailandia de violeta.

Cambio de siglo, desembarco de la maquinaria publicitaria

El siglo XX fue testigo de un cambio radical en la forma en que los colores se utilizaban y percibían en la cultura popular.

El surgimiento de la publicidad y los medios de comunicación masiva llevó a una mayor atención a la psicología del color en el diseño gráfico y la mercadotecnia. Las marcas comenzaron a utilizar colores específicos en sus logotipos para transmitir mensajes y valores. Es sabido que el rojo se asocia comúnmente con la pasión y la emoción, mientras que el azul se usa para transmitir confianza y profesionalismo.

Además, la cultura pop y el mundo del entretenimiento comenzaron a utilizar los colores de manera más audaz y experimental.

El cine, la moda y la música utilizaron colores de manera creativa para expresar emociones y transmitir significados. Un caso se da en la película “El Mago de Oz” (1939) utilizó la transición del blanco y negro al color para simbolizar la transformación y el viaje de la protagonista.

Con la globalización y la llegada de las grandes tiendas, las marcas de moda y el consumismo llegan las colecciones de otoño-invierno y de primavera-verano que suelen estar regidas por una serie de colores que se le dan diversos valores simbólicos. El rojo transmite extroversión y poder, el rosa se asocia con la inocencia, el naranja optimismo, el verde se veía como un color extravagante en la moda, el amarillo es controvertido ya que se lo tiene como un color irritante si se lo usa en exceso pero también se lo asocia a la luz, a la alegría y el poder, el morado se asocia a la calma y la espiritualidad.

Dopamina-dressing y cultura visual

Tras la pandemia de COVID del años 2020-2021 surge un movimiento de vestir con los colores que a cada uno lo estimula denominada dopamina-dressing

Con la llegada de la era digital, los colores adquieren un papel aún más importante. La pantalla de una computadora o un dispositivo móvil se convirtió en un lienzo para la expresión visual, y los diseñadores gráficos tenían a su disposición una gama infinita de colores.

La influencia de las redes sociales, la web y la cultura visual en línea llevó a la creación de paletas de colores icónicas para plataformas como Facebook (azul), Twitter (azul y blanco) e Instagram (azul y rosa), que se convirtieron en símbolos reconocibles al instante.

Además, la diversidad y la inclusión llevaron a una re-evaluación de los colores y su significado. En la lucha por la igualdad de género y la visibilidad LGBTQ+, los colores como el rosa, el azul y el arcoíris se han convertido en símbolos poderosos de identidad y apoyo.

A medida que avanzamos en el siglo XXI, el poder simbólico de los colores seguirá evolucionando.

La cultura digital, la inteligencia artificial y la realidad virtual ofrecen nuevas formas de experimentar y comunicar el color. Además, la sostenibilidad y la conciencia ambiental están influyendo en la elección de colores, fomentando la preferencia por colores asociados con la naturaleza y la ecología, sin la utilización de pigmentos sintéticos o que signifique una carga ecológica para obtenerlos.

En definitiva los colores tienen un poder de comunicación absoluto a lo largo del tiempo con diversas connotaciones o valores según la cultura. Y depende, en gran medida de cada uno, el valor estético que le asignemos tras la pregunta crucial: ¿Qué color me queda bien?