A través de cientos de mensajes, la comunidad de San Luis y en particular aquellos puntanos y puntanas que integran la gran familia de las danzas folclóricas expresaron su tristeza, dolor y reconocimiento a Juan Carlos Adorno por su fallecimiento. Fue el pasado 17 de abril.
El “profe”, formador de bailarines que han brillado en diferentes escenarios, por su trayectoria se constituyó en uno de los exponentes de los géneros más populares del país.
Por su partida la cultura en general, el baile y la música están de luto.
En la mayoría de los mensajes, además de sus huellas artísticas que perdurarán en el tiempo, el denominador común fue poner en relieve la calidad de persona, su profesionalismo y esa capacidad de ganar amigos.
Un integrante de su familia y algunos de sus numerosos amigos nos hicieron llegar escritos a manera de homenaje y de reconocimiento a esta figura de la puntanidad.

El “profe” para todos
Adorno, Juan Carlos. Bailarín y profesor de danzas folclóricas. Nació en la ciudad de SanLuis en1951. Siendo muy pequeño se inició en la danza folclórica en diversas academias. A los 25 años egresó como profesor en Danzas Folklóricas de la Escuela de Arte que dirigía Edgar “Cototo” Palacio. Su pasión por la danza lo llevó a integrar el Ballet de la Provincia de San Luis y a competir en certámenes nacionales. Desde 1973y hasta fines de 1974 fue director del Ballet de la Provincia de San Luis. Se casó con María Teresa Gonella y tuvieron 3 hijos: Rogelio, Marina y Victoria. En marzo de 1975, junto con Jorge Piquillem, creó la Academia de Danzas Folklóricas Argentinas “La Sajuriana”, institución que sigue vigente hasta la actualidad. Desde 1988 Adorno siguió solo como director. Desde esa época la institución, con 49 años de trayectoria, ha formado una cantidad notable de bailarines que pasaron por diferentes festivales y competiciones de todo el país. También integró la delegación provincial de ballet folclórico en Cosquín en varias oportunidades, como así también en el Pre Cosquín y Festival Nacional de Malambo Laborde. Ha presentado obras como “Los lnmigrantes”, “LaSalamanca”, “La ForestaI”, “El viejo Matías”, entre otras, creadas y dirigidas por Juan Carlos Adorno. La danza siempre fue su pasión. Su cable a tierra. Fue un gran esposo, padre, abuelo, amigo, siempre estaba para darte un abrazo o decirte lo mucho que te quería. El chino o director para los alumnos, el Carlitos o Hermano/a para los amigos, el abuelo para los nietos, el papá o gordo para los hijos, el profe para todos nos dejó el miércoles 17 de abril de 2024. #yosoydanz

Por Graciela Hernández
¡Vuela alto maestro!
No tengo palabras para despedir a mi querido hermano, como nos decíamos.
Siempre estará presente en cada festival, en cada encuentro, en cada sonido de zamba.
Su zamba… danza que amaba y que interpretaba con tal sentimiento que nos emocionaba, cuando lo veíamos bailar, vivirá en cada sentir de la música de Cuyo y del folklore de nuestro país.
Me quedo con el placer de haberlo homenajeado en vida tal como lo merecía, cuando fui delegada de la provincia de San Luis para el Festival Nacional del Malambo.
Me quedo con su bella sonrisa y la tranquilidad de que cada vez que nos veíamos nos saludábamos con un fuerte abrazo y nos decíamos lo que nos queríamos, y nos reíamos porque tengo como anécdota que los dos éramos rellenitos ja… por no decir gorditos y nos caratulábamos como “los miembros de la banda ancha de la danza”. Y, en cada reunión nos sentábamos uno al lado del otro y cada vez que nos nombraban decíamos la banda ancha presente. Tantas cosas, risas, tanto aprendimos de él que aún no puedo creer que físicamente ya no esté.
Hoy solo me queda decirle con el dolor en el alma que en paz descanse, hermano de la vida: Carlos Adorno, que brille para ti la luz perpetua.
Te digo hasta pronto, hasta que un arresto o una vuelta entera nos vuelva reunir.
Vuela alto, maestro. Un abrazo fraterno y una cristiana resignación para toda su familia.

Por Silvia Herrera de Visetti
Recordando a mi querido
Carlitos Adorno…
Esta foto es en Malargüe (Mendoza) donde una vez más compartimos un reconocimiento a tantos años dedi-
cados a la defensa de nuestra cultura: la danza folclórica argentina… y una vez más compartimos charlas, risas, comidas, nos bailamos una zambita y la terminamos con un abrazo… Un abrazo afectuoso, sincero y cargado de emociones. Ahí, en tu alocución narraste tus comienzos, tu enorme pasión y dedicación, la cual engalanaste durante tantos años… Y emocionaste al auditorium; donde como era tu costumbre hiciste el comentario: “Mi hermana mayor”, refiriéndote a mi persona…
Amigo querido: fuiste, sos y serás un ejemplo, creativo, prolijo, meticuloso… todo eso me hizo admirarte pero tu persona noble, cariñosa y tu hombría de bien me hizo quererte con el corazón… Cuántas anécdotas tengo para recordar… quedarán en mi recuerdo: los pañuelos prestados, el hilo, la aguja, la suma de los puntajes y cuántas cosas más… Será muy difícil llegar a un certamen, teatro o auditorium y no encontrar tu sonrisa bonachona retándome que llego tarde o sobre la hora y tu frase: “Qué harías si vivieras en Salta”.
A través de estas palabras te despido amigo querido… hasta siempre… sé que estás tranquilo, ¡hay Sajuriana para rato!