Especial para La Opinión/La Avispa

Casi me choco un árbol
cuando empecé a analizar 
maraña de nombramientos,
y que siguen sin parar,
designando funcionarios
con mayor acercamiento.

¿Poggi tiene derecho
a designar a quien quiera?
Por cierto, que sí señor.
Pero no cuando negó como fiera
y con dedo acusador, se refería,
a funcionarios del gobierno anterior.

Y, para colmo de males,
todos con altísimos sueldos.
Mientras que a los empleados 
ni perezosos, ni lerdos,
les están pagando en cuotas,
sin aumento y marginados.

Entonces, empiezo a contar
y no me alcanzan las rayas.
Queriendo disimular,
distribuyen en familia,
intentando soslayar
opiniones enfurecidas.

¿Y cuáles familias son?:
los Poggi, los Endeiza, los Ordoñez, 
los Hissa, los Súarez, los Olivero,
responden con rapidez,
los Masci, los Olivera Aguirre, 
y se me acaban los versos.

Pero los quiero nombrar a todos
para evitar que se ofendan,
los Carbonell, los Petrino,
cada uno es una prenda.
los Giraudo, los Díaz, 
los L’Huiller, los Velásquez.

Eso sí, no son empleados
de bajas categorías.
Mínimo, rango de ministros.
Acuerdan con simpatía.
¡No es cuestión de entregarse
por un plato de lentejas!

Esclavos de las palabras
y dueños de los silencios.
Si Poggi en su afán de criticar
no hubiera hecho referencia 
a que en su gobierno no habría
ni familiares ni amigos...

Entonces estudio el tema 
de la unidad familiar.
Encuentro que es nuestro sol, 
nos ilumina el camino,
con su calidez y apoyo
enfrentamos al destino.

Es un resumen sesgado
no hablo de UNA familia,
ya conté, son más de doce.
Y si la ciencia me auxilia
les podré aconsejar
¡Familia “unita”, no gocen!