Destacado, Especiales, Expresiones de la Aldea, La Aldea Antigua, La Aldea y el Mundo, San Luis

Coplas del Payador perseguido

Por “El Chajá”
(Ave de gran tamaño, con un grito estentóreo “alerta” de un peligro)

La ciudad de Villa Mercedes se encuentra en condiciones de continuar su crecimiento a paso firme, cuenta con una infraestructura básica indispensable que lo hace posible.
Bien sabemos que la infraestructura de una ciudad equivale a los cimientos de una casa, sin ellos es imposible levantar paredes o colocar el techo.
Esto se logró durante las cuatro décadas de gobierno justicialista en la provincia, bajo el liderazgo de Adolfo y Alberto Rodríguez Saá que tomaron a su cargo la ejecución de las obras para hacer posible el despegue de la ciudad.
Para ello hay que recurrir a la planificación dentro de un proyecto general amplio, que contemple los distintos pasos para alcanzar el objetivo propuesto.
Los municipios, por más importantes que sean, se encuentran impedidos de realizar inversiones cuantiosas, que exigen este tipo de obras.
Nos estamos refiriendo a la construcción de viviendas sociales provistas de los servicios básicos, agua potable, electricidad, gas natural, internet, sistema cloacal, como también a la construcción de escuelas, hospitales, centros de salud, campos deportivos, que apuntan a los aspectos sociales.
Inversiones en la planta de suministro de agua potable, construcción de la pileta de oxigenación de residuos cloacales, con un ramal propio para los establecimientos industriales, extensión de la red domiciliaria, inversiones directamente relacionadas con la salud de sus habitantes.
Pavimentación de tres mil cuadras, con su correspondiente iluminación, construcción de rotondas y mejoras en las entradas a la ciudad, por rutas nacionales 7, 8, 55, ensanche y nueva pavimentación boulevard de entrada a la ciudad por 25 de Mayo nuevo piso asfáltico, con recambio de cañerías de agua y de desagües pluviales.
Ensanche y nueva capa asfáltica de la ruta Interfábricas, con rotonda en el ingreso del complejo La Ribera, punto de partida de la nueva pavimentación de la que fuera ruta 7, asfaltada hasta Liborio Luna, pasando por balnearios en su recorrido, campings recreativos de jubilados, obras sanitarias, dique Vulpiani.
Completa el panorama en toda esta zona el Parque Costanera Río Quinto y el complejo deportivo, turístico, cultural La Pedrera.
Pasando a la zona norte de la ciudad, nos encontramos con el Complejo Calle Angosta, con obras que ampliaron considerablemente su capacidad de espectadores, a la par del escenario de actuación de artistas, academias de baile, representaciones en general.


Se construyó un túnel en calle Mitre, que despejó con una explanada el lugar de ingreso, otorgó mayor presencia visual al Boliche don Miranda y estableció una continuidad a través de la Calle Angosta hasta el Molino Fénix, tal como lo describe la conocida cueca.
Llegamos así al Complejo Cultural, turístico, Molino Fénix, con un proyecto que fue distinguido, galardonado a nivel nacional por su originalidad: convertir un molino harinero en una obra magnífica al servicio del arte y la cultura en general.
Esta descripción detallada de las obras realizadas por el gobierno provincial en cuatro décadas persigue la finalidad de fundamentar que la estructura básica para asegurar el crecimiento, adelanto, progreso de nuestra ciudad, está asegurada. Queda al actual intendente el desafío de continuarla, con nuevas obras para mantener el ritmo de desarrollo.
Cabe destacar que el actual jefe comunal, en su primer mandato, recibió aportes financieros extraordinarios, tanto de la Provincia como de la Nación, en obras de viviendas, caso de los departamentos construidos a la entrada de la ciudad, sobre calle Mitre, que a pesar de faltar muy poco para su terminación está paralizada, siguiendo la política nacional en cuanto a obras públicas, acatada fielmente por el actual gobierno provincial.
Estas contribuciones extras en el campo financiero comprendieron partidas especiales del gobierno del presidente Fernández, como del gobernador Alberto Rodríguez Saá, cuando la ciudad sufrió daños causados por el fenómeno de granizo, recibió la suma de mil millones para asistencia de los vecinos que habían sufrido daño en sus viviendas. Pero la parte más gorda fue la coparticipación que el presidente dispuso acatando la sentencia de la Corte Suprema de la Nación, a favor de la provincia, en reconocimiento a los descuentos inconstitucionales que efectuó el entonces presidente Macri.
El gobernador distribuyó esta suma en todos los municipios de la provincia, con destino a proyectos específicos. De esta forma el Municipio se benefició por una lluvia de aportes, que prefirió colocar en plazos fijos en la banca privada, recibiendo generosas sumas que a la vez generan nuevas cantidades de capital, procediendo a imagen y semejanza del gobierno provincial, que acumula sumas extraordinarias que terminan metalizando el sentimiento de los gobernantes, que permanecen insensibles a los problemas sociales existentes.
Ante este cuadro de situación ya no cabe seguir sosteniendo delirios “persecutorios”, solamente corresponde ponerse a planificar la nueva expansión y crecimiento de nuestra querida ciudad, caso contrario puede dar lugar a la exclamación “así vale la pena ser un perseguido político”.