LA GRAN HISTORIA DE LA TELEVISIÓN ARGENTINA
Iris
Nena querida, viste que te conté que le pudimos sustraer el libro de la televisión a mi amiga de Juana Koslay. Te recuerdo: el libro se llama “El libro de oro de nuestra televisión. 40 años de televisión privada”. Firma una asociación ATA, Televisión Privada. Es de 1999, claro porque como todo empezó en 1959, festejaban los 40 años. La investigación es de Beto Casella con apoyo periodístico de Mario Procopio. Bueno empiezo a pasarte algunos párrafos salientes. Por supuesto, empiezo por el principio: “Nace la televisión argentina”: a principios de los años cincuenta transcurría el primer gobierno del general Juan Domingo Perón y todo olía a refundación. La Argentina estaba entre los países más prósperos del mundo, la industria nacional era palabra sagrada, se exportaba materia prima y se compraban los ferrocarriles. Por esos días, la televisión era algo casi milagroso que muy pocos habían visto en algún viaje al exterior.
El gran medio de comunicación era la radio. Por allí desfilaban las noticias, los artistas más populares, las jornadas deportivas. El Gobierno (sobre todo Eva) decidió que nuestro país podía animarse a la aventura de la transmisión por imágenes. Y dejó casi todo en manos de Jaime Yankelevich, un experto en el tema que venía impulsando la idea por su propia cuenta. El modelo de comunicación imitado fue el de Estados Unidos, de donde Yankelevich había traído un transmisor de 42 kilovatios, cinco metros de antena y unos siete televisores. El lugar elegido para montar los estudios fue el entonces edificio de Obras Públicas. Aquel emprendimiento tuvo un costo de 26 millones de dólares producto, según se explicó en su momento, de las ganancias obtenidas en Radio Belgrano. El 17 de octubre de 1951 quedará grabado en la memoria de los medios de comunicación. Aun con molestas interferencias, los viejos televisores Raytheon, Capehart y Dumont comenzaron a mostrar las primeras imágenes. Poco después de las catorce horas de ese día, el público se apretujaba frente a las vidrieras de los comercios de la Capital Federal que se habían procurado pantalla propia. Unas pocas familias pudieron gozarlo en sus propios hogares. Se transmitieron los actos del Día de la Lealtad en Plaza de Mayo, presidido por Perón. Mientras tres cámaras ubicadas en el frente del Banco Nación transmitían el discurso; Enrique Telémaco Susini, el mismo que se encargó de la primera transmisión radial, manejaba una de las cámaras. La locutora Isabel Marconi y Adolfo Salinas se encargaron de la primera animación. La televisión “made in Argentina” acababa de nacer.
“Nace la televisión argentina”: a principios de los años cincuenta transcurría el primer gobierno del general Juan Domingo Perón y todo olía a refundación. La Argentina estaba entre los países más prósperos del mundo, la industria nacional era palabra sagrada.
El primer programa que se realizó desde un estudio fue transmitido desde los salones del Hotel Alvear, y tenía todas las características de un musical. Contó con un ballet y un coro del Teatro Colón, la orquesta era de Radio Belgrano y duró poco más de una hora. A continuación se realizó un programa de charlas y entrevistas. Las primeras caras que aparecían regularmente en las pantallas eran de locutores radiales como Juan José Piñeiro, Isabel Marconi, Adolfo Salinas, Hebe Gorbolés y Jaime Más, entre otros. Enfrentaban las cámaras casi sin maquillaje: aún no se conocían los secretos de la imagen y hasta se mantenía la gestualidad del teatro, igual que en la radio con público. Por supuesto, todavía no sobraba producción. La primera tira en salir al aire fue protagonizada por Ana María Campoy y Pepe Cibrián. El ciclo duraba una hora diaria y se llamaba “Néstor Villegas vigila”. “No pagaban tan bien como en la radio, yo no quería aceptar, comentó Ana María Campoy tiempo después, pero Pepe se embarcó en el proyecto, porque intuía que eso era el futuro”. Enseguida las primeras figuras de los radioteatros como Juan Carlos Thorry, Diana Maggi y Analía Gadé fueron adueñándose de la pantalla. Los programas Petit Café, Ritmo y Color, Desfile de estrellas, Telesolfas y Un matrimonio feliz fueron convocando a la familia alrededor del televisor, como antes había ocurrido con la radio. Unos años después llegaron los canales privados para completar la historia…
¿Qué me contás? Qué lindos momentos. Fue todo textual y sigue…