A LAS MUJERES DE LA REPÚBLICA ARGENTINA
Sábado 6 de noviembre de 1920
El movimiento que tiende a emancipar civil y políticamente a la mujer avanza en forma incontenible por el mundo entero.
Eran ayer Inglaterra, Italia, Bélgica, Holanda, Rusia, Alemania, Polonia, y Checo Eslovaquia las que concedían el voto a la mujer uniéndose así a Finlandia, Suecia, Noruega, Dinamarca, Australia, Nueva Zelandia, etcétera.
Hoy pasa la ley federal en los Estados Unidos llamando así a 17 millones de mujeres a la próxima elección presidencial.
Hoy es la pequeña República de Costa Rica la que concede en un solo acto a sus mujeres, el derecho de ser electoras y elegibles.
Y nosotras Mujeres Argentinas ¿permaneceremos indiferentes ante el movimiento mundial que arranca a nuestras hermanas de los países civilizados de una condición de pasividad y las hace para la vida ciudadana algo más que seres sin valor sin opinión?
¿Dejaremos que el curso de la historia nos arrastre sin apresurarlo por nuestro esfuerzo inteligente?
Sin embargo, la mujer argentina se ha demostrado ya capaz de adaptarse a las necesidades y condiciones de la vida de los pueblos modernos.
El último censo ha demostrado que trabajan en la industria y el comercio cerca de un millón de mujeres. La enseñanza primaria está casi por entero en manos de maestras. El número de mujeres dedicadas a las artes, la literatura, las profesiones liberales, aumenta cada día.
Las mujeres pues, no sólo siguen atendiendo sus hogares, sino que contribuyen también como productoras manuales e intelectuales a la vida de la nación.
Soportan el peso de los impuestos. Deben respetar las leyes.
Pero privadas de derechos políticos no pueden, ni directa ni indirectamente, disponer del empleo colectivo de las riquezas que contribuyen a crear, ni discutir los impuestos que pagan, ni las leyes que soportan.
Es necesario que esta injusta y anacrónica condición de paria desaparezca, es necesario que las mujeres argentinas se incorporen al movimiento mundial.
¡Cómo tolerar por más tiempo un código civil que consagra disposiciones que repugnan ya nuestra cultura y a nuestras costumbres que mantiene la incapacidad de la mujer que la doblega bajo la tutela marital, aún para el ejercicio de una profesión o la administración de sus propios bienes!
Ya que las condiciones de la vida actual imponen a la mujer los mismos deberes que al hombre, ya que un número cada vez mayor debe buscar por su propio trabajo y medio de vivir y hacer vivir a los suyos, ya que la sociedad no la exime de impuestos ni de responsabilidades, justo es que alcance su plena emancipación civil y política.
¡A Iguales deberes, iguales derechos!
Mujeres Argentinas sea para nosotras un ejemplo la acción de nuestras hermanas del Norte, su hermoso triunfo es fruto de la unión de todos los esfuerzos, de todas las inteligencias grandes y pequeñas en una acción continuada durante largos años.
La Unión Feminista Nacional y el Comité Pro Sufragio Femenino organizan para el mes de noviembre ensayo de voto municipal, análogo al de marzo pasado.
Que todas las mujeres concurran para que el acto resulte una demostración, que todas las que simpaticen con estas ideas vayan al ensayo, no por el hecho material del mismo sino por su valor moral, como afirmación de sus convicciones.
Que toda mujer observe y estudie el desarrollo político de nuestro país para penetrarse de sus necesidades sociales, de su orientación histórica, para incorporarse mañana a la vida cívica como un elemento de Progreso.
Envíe su adhesión a la Unión Feminista Nacional calle Sarmiento 1376.
(Este documento de 1920, publicado en La Opinión, era firmado por más de 100 mujeres y lo encabezaba la Dra. Alicia Moreau)
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