San Luis, Tertulias de la Aldea

GERMÁN AVÉ LALLEMANT

Por José Villegas (*)

La política en San Luis:

Nuestro prócer ha sido tildado de “contradictorio” por algunos socialistas porteños por haber apoyado la Revolución Radical (1893) de Teófilo Saá, por haber sido elector en 1905 del Gobernador Rodríguez Jurado, y por haber apoyado la candidatura a Gobernador de José María Tissera.

Aquí se hace necesario recordar que estamos frente a un problema recurrente de la izquierda argentina a lo largo de su historia, y es el siguiente: el cosmopolitismo que ha caracterizado tanto a moderados como a radicalizados, es decir interpretar y profesar un marxismo dogmático que llegaba de ultramar sin adaptarlo a la realidad de nuestro país.

Tuvo que pasar medio siglo XX para que surgieran intelectuales de izquierda fundadores de la corriente de “Izquierda Nacional” como Jorge Abelardo Ramos, Juan José Hernández Arregui, Rodolfo Puigrós, entre otros.

Ya lo decía el propio Ramos: “a Marx hay que ponerle poncho y botas de potro”, sin por eso abandonar jamás el filo-marxismo.

En síntesis, entender y ayudar a construir el Movimiento Nacional y Popular Yrigoyenista primero, y Peronista luego.

Volviendoa las críticas despiadadas que los socialistas “light” proferían a Lallemant, nos preguntamos: ¿Acaso había socialismo en San Luis en aquella época? No, por lo tanto, Lallemant adhirió a la fuerza revolucionaria antioligárquica que encabezaba el Dr. Teófilo Saá, heredero de la impronta revolucionaria federal de su padre el Gral. Juan Saá.

¿Qué enseñaba Marx, y posteriormente Lenin? Que en cualquier lugar de la tierra donde se erigiese  un movimiento revolucionario en contra de los dominadores, era deber de un marxista sumarse a ese movimiento. Pues, Germán se sumó con entusiasmo y militancia.

En un informe a Die Neue Zeit, de 1903, exalta el rol del radicalismo: «Se ha formado ya un poderoso partido de oposición, el número de cuyos afiliados está aumentando rápidamente y cuyo programa radical, dirigido contra la inaudita corrupción y la mala administración, pregona abiertamente la fuerza de las armas como argumento inevitable para la próxima elección”. Más claramente, afirma en La Vanguardia, en 1894: «El Partido Radical es hoy el elemento revolucionario en la República Argentina, nacido de la crisis económica y encargado de transformar nuestras instituciones políticas en formas estrictamente ajustadas a los intereses capitalistas».

Si Marx propone apoyar todo movimiento revolucionario, y Lallemant considera que el radicalismo es el elemento revolucionario en la Argentina, no quedaba otra cosa que militar en el radicalismo y protagonizar la revolución desde allí. ¡Al menos en San Luis!

Representación de José de los Santos Guayama “el hombre que murió nueve veces”.

IDEARIO DE LALLEMANT por Miguel Otero Alric.

Ha sido uno de los principales biógrafos puntanos de Lallemant. Ha rescatado cientos de documentos, correspondencia y manuscritos de Germán. De su libro “Perfiles del Terruño” hemos rescatado los siguientes aforismos:

Fomentos de rebelión

Lo cierto es que estamos en crisis; crisis universal y permanente. La riqueza se multiplica como por encanto en manos de unos pocos, y la pobreza, la miseria y la ignorancia de la gran masa de la población, van en aumento, crecen hasta la desesperación. Por un lado la sociedad parece quisiera ahogarse en la riqueza y en la abundancia y por el otro se muere de hambre.

Enseñanza de la historia

La historia que se enseña en las escuelas debiera ser la historia de la evolución del trabajo productivo humano. (…) Solamente por medio de esta enseñanza se educarán hombres conscientes de sus deberes y derechos como miembros de una sociedad humana capaz de dominar tanto las fuerzas naturales como las sociales, en vez de ser dominadas por ellas, como sucede.

Los gauchos desaparecieron…

El abigeato forma otro motivo de desesperación para el estanciero, principalmente para el pequeño capitalista. Cuando la primera gran crisis de 1876 a 1882, los gobiernos de las tres provincias de Cuyo se metieron en seria campaña contra los bandoleros de entonces, cuyo arrojo y valor todavía inspiran a los payadores de estas comarcas. Entonces fueron fusilados los célebres gauchos Guayama, Bravo, los hermanos Mendoza (Cruz y Lucas), los Quevedo, Pedernera, Juan González y otros. Los gauchos desaparecieron… pero el abigeato ha quedado.

Criollitos descamisados

Niños menores de diez años, dados por sus madres pobres al patrón, cuidan las majadas y se emplean como sirvientes en las casas. No ganan salario alguno.

(*) Fragmentos de la Conferencia virtual del Prof. José Villegas  Casa de SL Buenos Aires 27/10/2020

(continuará)