CASI
Por Soledad Aimetta (*)
Un azul marte con una mezcla de dorado y tonos fugaces. Me pintaba el alma como para tapar las manchas, quedó media áspera. Me acomodé bien abajo sobre el ser desdoblado carente de sentido roto enjaulado entre ruidos sentí esa ambivalencia de ser de ser otra, de ser vos, y un poco yo también. Buscaba el fin que marca el suspenso ese punto en la nada un lugar en el vacío la llegada. Era como un martes- sábado no llega pero es un día más y así del instante a otro segundo lo que sigue.
(*) Me llamo Soledad Aimetta, nací en la ciudad de San Francisco; Córdoba. Resurgí en San Luis. Soy un cúmulo de contradicciones en el espacio que hay entre las palabras. Me dejo ser. Escribo desde los 16 años, dejé de hacerlo durante mucho tiempo, años quizás, en el taller de los Silenciosos me volví a encontrar, se dispararon las palabras, algunos textos salieron a la luz, resurgí otra vez, distinta, pero al fin.