La Aldea y el Mundo, Notas Centrales

HIMNO UNIVERSAL

Medio siglo entonando las estrofas de un sueño ansiado: “Imagine” y una declaración que traspasó generaciones 

Por Polaco Altavilla

A 50 años de la edición del disco “Imagine”, con la canción homónima como estandarte de una utopía que todavía espera concretar (como la paz mundial y la igualdad social), John Lennon protagonizaba su propia letra y sabía que no estaba solo: “pueden llamarme soñador: pero no soy el único”, anunciaba a finales del flower power. 

Los compositores consideran que una vez editada una canción ya no les pertenece sino que pasan a ser propiedad de quien la escucha y la interpreta, que cualquiera puede hacerla propia (aunque sin cobrar los derechos de autor, claro) y de ser así, “Imagine” debería considerarse de propiedad pública mundial. 

Editado en 1971, primero en Estados Unidos y después en Inglaterra, el segundo disco de John Lennon, “Imagine” es el nombre del álbum y del single más popular del ex Beatles, y para las encuestas -que tanto gustan de armar rankings- es la composición más vendida de Lennon, tanto en su versión física como en los formatos digitales, y con mayor cantidad de reproducciones en las plataformas Spotify y YouTube (para Led Zeppelin “la canción sigue siendo la misma”: al tope de este podio sigue Stairway to Heaven).  

Esta balada de piano del género Soft Rock fue compuesta por Lennon y Yoko Ono (casados desde 1969) basados en algunas frases que la artista japonesa había editado en el libro Grapefruit, entre ellas “imagine the clouds dripping, dig a hole in your garden to put them in” (“imagina las nubes gotear, cava un hoyo en tu jardín para guardarlas”) o “imagine one thousand suns in the sky at the same time” (“imagina mil soles en el cielo al mismo tiempo”), ejemplar del cual John era fan antes de conocer a la autora. 

Para más datos que sirven para charlas triviales en algún ágape social, el piano Steinway -que se ve en el videoclip- fue comprado por George Michael y lo tuvo varios años hasta que lo donó a un museo de Liverpool. “Imagine” ocupa el segundo lugar en el libro Guinness World Records British Hit Singles Book, en los Mejores Sencillos de Todos los Tiempos, detrás de “Bohemian Rhapsody” de Queen. Como homenaje a John, días después de su muerte en 1980, estos compatriotas de Lennon interpretaron “Imagine” en el Wembley Arena, de Londres. 

Una declaración hecha canción

Fue interpretada en marchas populares y en actos pacifistas, la practicaron los músicos y su fraseo en las teclas fue replicado en incontables conciertos y ensayos, pero en una coincidencia para nada buscada, las celebridades entrevistadas en esta nota nunca la cantaron en vivo. 

“No canto en inglés”, contó con una sonrisa el solista Agustín Gatica. “Como artista, siento lo que él canta, la unión que provoca y la paz que intenta expresar. Se me cruzó por la cabeza alguna vez, lo he flasheado con amigos y digo ‘qué loco sería, ¿no?, que las religiones, los continentes, los países, cada uno con sus culturas y reglas, dejara de pensar en la plata’. Si compartieran no habría pobreza en África o donde necesiten esa ayuda, por ejemplo con la plata que se mueve en el fútbol”, expresó el guitarrista, compartiendo deseos con el autor. A pesar de no cantarla, Gatica, ex integrante de La Mazza y 4Lados, comentó que la practicó puertas adentro. “Fue la primera que saqué cuando aprendí a tocar el ukelele, y lo mismo con el piano, ese tema me vino a la mente para practicarlo”. 

Gillespi coincidió con el concepto del músico puntano. El trompetista Marcelo Rodríguez, conocido por tocar en Sumo y sus derivados (Divididos, Las Pelotas y con Roberto Pettinato) dijo no ser “un gran especialista en John Lennon aunque lo respeto, me parece un grosso y conozco su obra, naturalmente”.

Con respecto a la lírica, es muy bueno el mensaje, muy utópico hasta hoy. Nunca consiguió lo que él quería de ese mundo sin fronteras, sin países, sin religiones, etcétera, estuvo bueno que lo planteara. Fue una linda apuesta y, quizás, la juventud podía haber apoyado más, pero bien sabemos que el mundo se maneja en otro lado, detrás de las grandes corporaciones y sus fortunas”. 

“No es un disco que curtí tanto aunque lo respeto, tiene sus altibajos pero es muy piola, con ese sonido muy despojado, de pocos elementos, que me gustan mucho y son propios de esa época”, explicó Gillespi, músico de jazz y rock, escritor y conductor radial (en La Hora Líquida, y junto a Alejandro Dolina y Patricio “Pato” Barton en La Venganza Será Terrible). “La obra solista de Lennon es muy despareja, a mi entender, porque los discos incluyen muchas zapadas, que desentonan un poco con los temas bien construidos, bien redonditos, siguiendo un poco esa estética beatle”. 

La premisa es: ¿se puede cambiar el mundo y (tratar de) mejorarlo con buenas acciones? o como predicaba John, cortar con las imposiciones políticas y religiosas para lograr la paz universal. Aun así, a pesar de que pasaron décadas, es una de esas pocas excepciones donde una canción no queda desactualizada en su propuesta. 

El cambio está cerca

Asentado en una prolífica carrera musical, siempre apoyado por su pareja, sentimental y artísticamente, John y Yoko tenían la fuerte convicción de mostrar con actos y palabras lo que otras personas apenas sostenían con un discurso políticamente correcto: el cambio empieza en uno mismo. 

Así crearon las Bed Peace (camas por la paz), asistían a marchas a favor de la paz y en contra de las guerras en las que participaba la nación. Actitudes de activismo social que el pacato y paranoico gobierno estadounidense tomó de comunista (existe un documental en el cual Lennon fue duramente investigado por el FBI e incluso le negaron muchos años la visa para vivir en el país), ya que consideraban que el ítem que aquí nos interesa, y otros más directos como Power To The People (“el poder para la gente”), Give Peace A Chance (“dale una oportunidad a la paz”), I Don’t Wanna Be A Soldier, Mama, I Don’t Wanna Die (“no quiero ser soldado, mamá, no quiero morir”) y Happy Xmas (War Is Over) (“feliz navidad, la guerra terminó”) eran problemáticas. Casi que sí lo fueron, aunque no de la manera en la que los investigadores temían. 

Entre las fuentes consultadas se generó un debate entre la sensiblería pacifista de John contra la postura política enérgica de Roger Waters, asentada en su obra controversial más fuerte, The Wall (de 1979) en el final del recorrido por una senda que comenzó con creaciones anteriores y se posicionó más fuerte en sus lanzamientos solistas. 

“Es un discazo y un temón”, sintetizó la actriz y directora teatral Daniela Pereyra Jameson. “Comulgo con ese tipo de pensamiento porque era genial, como con la frase ‘algunos están dispuestos a cualquier cosa, menos a vivir aquí y ahora’, pero con ‘imagina que todos estamos unidos y no hay fronteras, que todos nos amamos y no hay odio’, y… es demasiado utópico. Soy un poquito más virulenta, más rebelde, más Roger Waters, más Team Pink Floyd en ese sentido, pero ‘Imagina’ nos marcó y nos acompañó y lo va a seguir haciendo”, resaltó la directora del musical “Fama o Nada”, forjado online durante el aislamiento por la pandemia. 

Con creaciones originales o interpretando éxitos populares, Daniela es responsable de los espectáculos “Medio Siglo de Historia”, un tributo que celebró los 50 años de El Diario de la República (estrenada el 2 de junio de 2016) y de “Sí, Juro: Un Homenaje Al Pueblo Puntano”, obra auspiciada por El Diario y la Fundación Universidad de La Punta, estrenada el 9 de julio de 2016, para el Bicentenario de la Independencia (ambos realizados en el Teatro Gran Charlie, del Complejo Los Cedros en Estancia Grande) pero nunca utilizó “Imagine” en alguna de sus producciones. “No suelo elegir composiciones tan populares, y si es por balada, intento que tengan más fuerza, más punch, y ésta es muy romántica, aunque con el romanticismo puesto en lo político”, precisó la actriz, fanática de The Beatles, quien aseguró que todavía conserva el CD que le regalaron para sus 15 años, y que “de ese disco, el tema que me gusta es Jealous Guy”. 

“Imagine” dicen los mosaicos en el Memorial Strawberry Fields, en Central Park (Nueva York), cita obligada para selfies y mostrarse a metros de donde, irónicamente el pacifista más conocido en la Tierra fuera asesinado a balazos por un fan demente. 

La revista Rolling Stone lo definió tanto “un himno para el movimiento de protesta contra la guerra de Vietnam como una canción de amor para su esposa”, y desde ese punto de vista, si se le cambiara la lírica del deseo humanitario por una letra de romance, la melodía le daría sentido a una propuesta romántica ideal. 

Con esta canción, Lennon obtuvo su primer Nº1 con una serie de oraciones que trascendieron la partitura y se utilizaron en slogans, graffitis y frases panfletarias para desear el bien en general y al mundo en particular, al convertirse en un himno global de paz y empatía. 

https://www.youtube.com/watch?v=-dSfrf8IV9U