Club San Martín y don Félix Máximo María
Por Sebastián Reynoso
Al cumplirse sus bodas de oro como entidad deportiva el flamante Club General San Martín realizaba la asamblea general ordinaria. Eso sucedía un 2 de enero de 1974, fue entonces que en el mismo acto se nombraba como presidente al señor Félix Máximo María- conocido deportista de nuestro medio- que, por méritos propios y por su bien afinado prestigio, fue promocionado a tan alto rango.
En sus años juveniles fue un destacado jugador. De pibe era un temible centro delantero en las divisiones inferiores del club “La Carbonilla”. Era decisivo, oportuno y de mucha visión para mandar la redonda al fondo de la red. Sin embargo, a muy temprana edad se tuvo que alejar del deporte. Justamente cuando ya estaba en su pronta explosión artística y deportiva era tenido en cuenta por el club para integrar la primera división en un futuro muy cercano.
Pero la vida deportiva de este rápido delantero terminó cuando su otra pasión, la guitarra, le dejara más satisfacciones que la pelota. Con un grupo de amigos se daban cita todos los fines de semana para actuar ante la insistente concurrencia de los bailarines que se hacían presentes en la pista de baile del Club Sportivo Mercedes.
Esto le impedía concentrarse con sus demás compañeros del Club los sábados a la noche, pero el insistía en no faltar a las actuaciones debido a que se las pagaban, en ese entonces eran 18 centavos por presentación. Como dato de color, para poder comparar, la entrada del cine en aquel momento costaba solamente 10 centavos. Siguió un tiempo con sus dos pasiones, pero finalmente decidió retirarse del fútbol, y priorizó su trayectoria como músico hasta convertirse en un grande: sería inmortalizado como el pulpo mercedino, por su habilidad sobre las cuerdas de su compañera de toda la vida, la guitarra. Recorrió con esta decisión escenarios locales, nacionales e internacionales.
Como jugador pudo haber dado muchas satisfacciones a los hinchas de la “albiceleste” y a los que aprecian la redonda en los pies de un jugador habilidoso. Pese a su alejamiento activo de los campos de juego, siguió concurriendo a los mismos pero en calidad de simpatizante, para alentar y estimular a sus favoritos.
Una gran sorpresa significó para quienes lo conocen bien, cuando se conoció la novedad de que don Félix Máximo María habría sido elegido como presidente del Club General San Martín. Pronto se hizo eco la prensa local, que resaltó merecidos conceptos. Los medios locales más importantes en ese momento, consideraron muy oportuno hacer una ratificación de las apreciaciones, y se complacían en destacar sus virtudes de gran caballero, deportista y dirigente activo, y sobre todo resaltaban su espíritu progresista.
Pueden estar muy orgullosos los partidarios del popular Club del Barrio Estación de haber contado con un hombre de tanta responsabilidad al frente. Un claro ejemplo de corrección y caballerosidad deportiva.
Es este el mejor elogio que puede ofrecerle con toda justicia esta publicación, y no queda más que distinguir con toda veracidad e imparcialidad a todos aquellos que, como el señor Félix Máximo María, en el pasado fueron motivo para otorgarles un cuadro de honor en nuestra historia.