Expresiones de la Aldea, San Luis, Tertulias de la Aldea

“Uno recibe lo que da…”

La Papelería celebró dos años en su nuevo espacio artístico, teatral e independiente

Por Eliana Cabrera

La semana pasada el Centro Cultural La Papelería cumplió dos años en su nuevo hogar teatral. Organizaron una función gratuita donde presentaron la obra “Caramelos en las tazas” escrita e interpretada por Mariela Domínguez y finalizaron con un brindis, torta y velas.

¿Cuál ha sido el recorrido del equipo hasta ahora?

El grupo está conformado en este momento por Alejandro y Eduardo Ochoa, Laila Caram, Belén Freire, Noelia Castaño y Mariela Domínguez. En cuanto a los roles, van cambiando, aunque cada uno tiene su especialidad. “Me dedico a la gestión de recursos y a la producción, junto con Noelia. Elaboramos proyectos, hacemos la programación anual, coordinamos actividades. Mis compañeros y compañeras también se dedican a hacer las asistencias técnicas y hacer las puestas de grupos y grupas invitadas. Además actuamos, dirigimos, y yo particularmente escribo”, comenta Mariela.

Conformaron el grupo La Tía Tota en el 2012, una vez que miembros del grupo volvieron de Tucumán tras concluir los estudios académicos de teatro. Trabajaron cuatro años en la calle Chacabuco, en la sala que era de la Asociación de Empleados de Banco, hasta que la asociación cerró el espacio, porque tuvieron que buscar uno nuevo.

“Para nosotros es muy importante una sala de teatro como grupo teatral porque venimos de una tradición de teatro independiente en la que el espacio es elemental para crear la identidad grupal, para poder ensayar, poder abrirlo a la comunidad, dar talleres, funciones y recibir capacitaciones e intercambiar con pares”, afirma Mariela,

En el año 2010 consiguieron en Junín 1535 un espacio, un galpón bastante abandonado y decidieron alquilarlo para montar ahí una sala de teatro independiente. “Cada vez que decíamos dónde quedaba, todo el mundo decía ‘¡ah, donde estaba la papelería Lozano!’ y por eso adoptamos el nombre de La Papelería”, relata la dramaturga. Pasaron otros cuatro años y las crisis económicas de este país los obligó a tener que cerrar el espacio.

Por fortuna, en el año 2017 abrió una convocatoria del Instituto Nacional de Teatro para la compra y adecuación de sala. Presentaron un proyecto y tuvieron la suerte de ganar en San Luis. Obtuvieron los recursos para poder comprar una casa vieja muy cerca de donde habían estado antes, en Pedernera 1539 (¿casualidad o destino?) y por eso decidieron conservar el nombre de “La Papelería”, además de conservar todo el trabajo realizado anteriormente.

Tener tu sala propia es como tener tu casa propia, así lo vivenciamos nosotros. Es nuestro espacio, el sueño del pibe. Es poder contar con un lugar donde poder elaborar proyectos, concretarlos, no estar preocupados por pagar el alquiler.

Es un lugar donde uno encuentra la paz y la tranquilidad, en el trabajo y en hacer lo que a uno le gusta” sostiene Mariela. El grupo también atiende la boletería, arma las butacas y limpia el lugar para cuando vayan sus espectadores y espectadoras. Trabajo y dedicación constante para sostener su proyecto independiente.

Este año, esperan que esté lleno de trabajo, de encuentros con pares, de formación y de nuevas propuestas. Tienen la posibilidad de programar con muchos colegas de diferentes provincias de Argentina, que siempre les alegra recibir. “Tenemos varias obras en carpeta para empezar a trabajar y no le aflojamos a la formación de jóvenes, adultos y adolescentes. Esperamos que este año esté la rueda más aceitada de lo que nos costó ponernos en marcha después de la pandemia”.

En “Caramelos en las tazas”, la protagonista recorre con nostalgia recuerdos de su infancia y su familia, y los condicionantes y estereotipos que nos rodean y agotan, desde imposiciones de belleza hegemónica hasta la productividad. Habla de la migración, de sus abuelos y de ella misma. ¿Podemos irnos del lugar que nos cobijó y encontrar(nos) allá afuera, donde dicen que está “lo mejor”, en la adultez, en Buenos Aires, en Europa? ¿Dónde queda la infancia, el primer beso, esas carreras sin salida laboral pero que amamos?

La obra es una invitación a reflexionar, a reírnos de los discursos que nos atosigan y conectar con nosotros mismos. “Cada uno da lo que recibe, uno recibe lo que da. Nada es más simple, no hay otra norma, nada se pierde, todo se transforma”, dice parte de la banda sonora de la obra. Para La Papelería, todo el esfuerzo y pasión por el teatro se comparte y vuelve como crecimiento y resiliencia. No hay dudas de que ese ida y vuelta entre el equipo y su público es constante transformación.

Mariela Domínguez en la obra “Caramelos en las tazas”, foto gentileza de Lara Gatica.