Expresiones de la Aldea, Notas Centrales, San Luis, Tertulias de la Aldea

Sutilezas sinceras que conversan

Inauguran la muestra de arte visual «Matrices y procesos: ¿Dónde empieza el grabado? ¿Cuándo termina una escultura?» Paula Nader Segura y Julio Melto exponen en dupla un camino como trabajadores del arte y una amistad que convoca

Por Gabriela Pereyra

El 28 de julio, a partir de las 19 horas, en el Centro Cultural Puente Blanco, la Sala Isabel Ezcurra abre la exposición de arte plástico y escultura que tiene como protagonistas las obras de Paula Nader Segura y Julio Melto.

La muestra es el resultado de un concurso que lanzó la Secretaría de Cultura de la Provincia. El certamen estuvo destinado a artistas visuales de toda la provincia. Estos presentaron sus proyectos en fotografía, pintura, dibujo, grabado, escultura, videoarte, instalaciones, performance y otras expresiones artísticas menos difundidas.

De los más de 70 artistas participantes, para la categoría en duplas, el jurado consideró que las duplas de Julio Melto y Paula Nader Segura, y el ilustrador Jonatan Kluk, de Cortaderas, y la villamercedina Romina Baigorria, eran las indicadas para montar sus muestras en el Centro Cultural Puente Blanco, debido a su ubicación y convocatoria.

Paula y Julio son amigos y colegas desde hace bastante tiempo, y han recorrido juntos su formación académica en la UNCuyo de Mendoza. Ambos comparten la impronta de aquella formación, así como la mirada sobre el arte y el proceso artístico.

Sobre la motivación y la perspectiva desde la cual pensaron esta comunión, describen que esta muestra es una oportunidad para que sus obras se encuentren, ya que están convencidos de que se potencian y dialogan mutuamente. La titulan «Matrices y procesos: ¿Dónde empieza el grabado? ¿Cuándo termina una escultura?»

Les interesa mostrar y valorizar los procesos, los estadios de la creación como un hecho estético en sí mismo: «dejar ver que el proceso es tan importante como la obra acabada y que la frontera es difusa. ¿Cuándo se termina una obra? ¿Cuándo comienza? Quizás sean dos momentos difíciles de precisar. Además, muchas obras no se concluyen, pero no por eso son menos importantes, sino que forman parte de la tarea artística. Trabajos que no llegan a cuajar, caminos que pueden quedar truncos, pero aportan a la obra en su totalidad», detallan Nader Segura y Melto.

Buscan develar, en cierto modo, desmitificar la tarea artística, mostrar los aciertos y los “errores”, que forman también parte del cuerpo de obra. En el caso del grabado mostrar las matrices que dan origen a las estampas.

Los visitantes encontrarán un total de 10 obras escultóricas de Julio Melto con los dibujos que cuentan desde dónde nacieron; y más de 30 estampas de collagraph, xilografía, con sus matrices y bocetos de Paula Nader.

“Mis grabados hablan de la comunicación- incomunicación. Con figuras reducidas a lo mínimo, como esquemas de seres humanos”, describe Paula.

El arte como trabajo

No es nuevo que vivir del arte sea complicado, pero también cuando el artista recibe un gesto de reconocimiento que lo invita a seguir creando y creyendo en su arte, todo se vuelve más motivante. En este caso, para exponer, recibieron un pago que marca la diferencia. 

“Lo interesante de esto es que en general antes participar de las exposiciones era por amiguismo o familiaridad o porque vos ibas, le tocabas la puerta a la directora de un centro cultural y le decías: quiero exponer, ¿tenés fecha?, bueno, mándame tu CV o presentación, te decían, o porque la directora salía a buscar, tenía un hueco, le quedaban sus salas sin artistas, entonces convocaba a alguien, pero como una cosa muy informal. Con esta convocatoria se le da más formalidad y calidad. Hay como un concurso, un jurado que evalúa las propuestas y las selecciona.

Julio Melto.

Desde hace tiempo los artistas visuales en distintos puntos del país quieren que se entienda que el arte visual es trabajo, porque en general cuando vas a exponer nadie te paga, de casualidad si te pagan el flete quizá, pero en general nada, las salas ponen a veces el vernissage pero no siempre. Otras veces los artistas tienen que pagar para exponer en algunas galerías y salas, en esta convocatoria esa parte hacía la diferencia y se valora”, afirma Nader Segura.

Sobre la trayectoria

Paula Nader Segura es artista y profesora de Artes Visuales, recibida en la UNCuyo en el año 2005, con especialización en Grabado. Vive en San Luis desde el año 2010. Se dedica desde hace 20 años a la docencia artística en colegios primarios, secundarios, universitarios; así como también en ámbitos no formales. Realizó el Taller de Creatividad en el Museo Provincial Emiliano Guiñazú Casa de Fader en Mendoza., y tiene un taller propio destinado a las infancias y también para personas adultas. Fue coordinadora del Programa “Arte y Juego” y docente de las Olimpíadas Sanluiseñas del Conocimiento, ambos en la Universidad de la Punta. 

Realizó exposiciones colectivas e individuales en Mendoza, Buenos Aires y San Luis. Algunas de ellas: “Germinal”, en el Centro Cultural José La Vía en 2019 y “Las líneas en mi jardín”, en el Hito del Bicentenario en 2022. 

Julio Melto desde el año 1997 participa de encuentros y simposios internacionales. Se define preferentemente como escultor y es también dibujante. Expone de manera ininterrumpida desde el año 1998 en distintas salas, espacios culturales y galerías de San Luis, Mendoza, San Juan, Rosario y Buenos Aires.

Ha participado en más de 15 simposios internacionales de escultura. Vivió 20 años en Mendoza y hace 9 años volvió a San Luis, donde radica actualmente. Ambos han recibido premios y menciones en diferentes participaciones. 

Cuando el arte interpela hacia dentro y hacia fuera

Quienes conocen a Paula saben que durante muchos años ella prefirió mantener sus obras en la soledad de su taller- atelier, hasta con cierto pudor recibía los elogios y las sugerencias de otros de exponer y compartir todo lo que producía. Por suerte eso cambió. 

“Ser artista, hacer arte me habilita la introspección, el encuentro conmigo de una manera muy lúdica, liviana y a la vez profunda. Es la adrenalina del plano blanco, empezar a crear con una idea borrosa de a dónde quiero llegar, pero entregada al proceso”. 

“Es comunicar sentires e ideas de un modo mediado, sin exponerme con palabras racionales sino de una manera más integral. Y es también el disfrute de la exploración con la materialidad y las formas”, dice Paula. Sobre qué se modificó a partir de mostrar su arte, reflexiona: “entendí que no sirve de mucho hacer y que nadie lo vea, porque se pierde la parte de la comunicación, que para eso también es el arte, si queda guardada falta esa parte del encuentro con los demás, que lo vean, sientan, piensen, cambió el juzgarme menos, entender que lo que hago es suficiente, me fui mostrando más”. 

Paula Nader.

Julio comenta que él más que artista se siente escultor, porque la palabra artista le suena “engolada”. “Lo que puedo decir que sí soy es escultor, y en todo caso, un trabajador del arte”.

“Si bien internamente uno hace todo el tiempo objetos con la ilusión de que algunos de esos objetos u obras alguna vez alcancen una dimensión artística. Pero eso, creo, es solo una zanahoria que está ahí para motorizar el ‘deseo’. 

Algo que luego puede no existir, que ese objeto que uno realiza sea solo un objeto más en el mundo, un capricho personal y nada más que eso, pero mientras tanto nos mantiene en movimiento”.

Desde muy joven sintió que detrás de las formas había algo más y se preguntaba del porqué de la forma de los objetos, tal vez sin saberlo ya ahí empezaba su interés por el mundo de la creación.

Palabras para Julio, palabras para Paula

La dupla coincide en la admiración por el otro, y en que es posible que sus obras les hablen a sujetos parecidos. 

“Las esculturas de Julio desde siempre me conmovieron, me siguen conmoviendo Me dan ganas de detenerme a mirarlas, a oír qué me dicen, su sentir, como un mensaje que viene de la tierra, de nuestra tierra. Y un mensaje como una canción, podría decir, desde lo profundo, ¿no?, sutil, amable, pero que tiene una contundencia y una verdad. Además, sus obras tienen una calidad material y técnica muy buena, están muy bien hechas con mucho oficio, hechas por alguien que sabe y entiende, conoce la materia, la maneja y le da belleza.  Son muy sensibles y lo admiro”, dice Paula.

“Compartir esta muestra con Paula es un poco reafirmar una manera de mirar y de vincularse con lo sutil…Con lo que no lleva prisa ni es inmediato. 

Una manera de ver ese discurso que no conlleva una espectacularidad o una gran acrobacia. Lo simple que aflora cuando el ojo se detiene y espera, que la mirada aclare. Dicho en otras palabras, la obra de Paula es una obra ‘sincera’”, concluye Julio.