Expresiones de la Aldea, La Aldea Antigua, San Luis, Tertulias de la Aldea

Canciones que esperan el tren

Jorge Chiazzo, el músico que rescata la historia y cultura desde las estaciones del ferrocarril en San Luis a través de sus creaciones

Por Tomás Nieto

Dialogamos con Jorge Chiazzo, un porteño del siglo pasado, como él se define, quien tiene 55 años y hace algo más de dos que se encuentra en la provincia de San Luis, dedicado a componer canciones.

Nació frente al famoso «Caminito» de La Boca, pero después de varias mudanzas, se instaló en el Cerro de Oro, entre Merlo y Carpintería, en la provincia de San Luis.

Allí construyó una réplica del estudio/auditorio que tenía en Buenos Aires, con la única diferencia de que la pared de fondo muestra las majestuosas Sierras de los Comechingones, creando un marco imponente para «La Cuesta», el lugar que eligió para vivir y crear sus canciones. Precisamente, este lugar da nombre a uno de sus proyectos audiovisuales que desarrolla en la actualidad.

Recuerda con nostalgia que siempre ha estado relacionado con la música.

«Creo que soy músico desde que nací y comencé a ejercerla a los 8 o 9 años, cuando tuve mi primer contacto con un instrumento. A los 14 años, tuve la suerte de integrar bandas bien constituidas, y a lo largo de las décadas del 70 y 80, grabé mi primer disco y casete».

La banda se llamaba «Ciclomotor» y recorrieron diversos escenarios del país, especialmente en Traslasierra, presentando su primer y segundo disco. Después de grabar el tercer trabajo, uno de los miembros decidió seguir nuevos caminos en otros países, llevando al grupo hacia estilos latinos y canciones de trova, lo que resultó en la formación de la banda «Del Ciclo» a principios del año 2000, con otros tres discos producidos.

En la vía pero no solo

Posteriormente, Jorge emprendió su carrera como solista, donde produjo tres grabaciones más. Actualmente, comparte su tiempo entre su cuarto álbum y dos proyectos audiovisuales: «Son dos ciclos de videos de canciones en vivo, propuestas que traigo de Buenos Aires y que están viendo la luz ahora».

En «La Cuesta», Jorge ha creado más de 11 videos de sus canciones en vivo, con la colaboración de músicos de la región y de otros que pasan por Merlo.

El ciclo se llama «Vivo en la Cuesta». El segundo proyecto audiovisual, titulado «Vivo en la vía», se desarrolla en diferentes estaciones del ferrocarril que ya no funcionan como tales, pero siguen de pie ¨dando lucha¨ y se han transformado en escuelas, museos, talleres artísticos¨, y que dan una lección de vida según relata el autor.

Jorge explica que «estar en la vía» puede significar estar terminado o seguir en camino, seguir adelante. Y se queda con este último concepto.

 Inicialmente, este proyecto estaba pensado para Buenos Aires, con una serie de estaciones donde no circulaban trenes, pero apenas llegó a San Luis, fue a explorar la zona. Aunque hace dos años no había posibilidad de que los trenes volvieran a circular, aunque advierte no ser escéptico, pero sí muy cauto.

¨ Trato de sumar mi granito de arena para que se visibilice un poco más la situación de esas estaciones, que aún no reciben trenes, porque hay un trabajo de parte de la gente relacionada en los pueblos, que es inmensa, y que mantienen la esperanza de que vuelvan¨, nos cuenta Jorge.

Recuerda que nuestro país tenía una de las redes ferroviarias más importantes del mundo, y que sistemáticamente fueron desapareciendo ramales, estaciones y pueblos enteros.

La primera estación donde filmó fue Concarán, el ramal que va de Villa Mercedes a Villa Dolores, posteriormente en Santa Rosa de Conlara, que ¨era la estación donde iba el poeta,  Antonio Esteban Agüero, a tomar el tren para ir a estudiar¨.

Producción visual: Leo Tettamanzi
Producción audio/musical: Ariel Hernández

Jorge relata emocionado: «Es conmovedor conocer cada historia porque la vida pasaba por esas estaciones, la vida de la gente, la de cada uno de los pueblos».

Chiazzo piensa en producir otro ciclo más, hablando de las historias de la gente de cada lugar con quienes tomó contacto en la realización del video.

En Santa Rosa de Conlara, encontramos el Centro de Preservación Histórico Ferrovial, dirigido por padre e hijo, Jorge y Fernando Kosar, quienes llevan a cabo un importante trabajo de mantenimiento y conservación de la estación y los antiguos talleres técnicos, mientras esperan la eventual llegada del tren.

Refiriéndose más a sus creaciones, se denomina como “un músico que hace canciones”, “cuando digo eso la gente se me queda mirando, como escuchando, esperando que haya algo más.

Para mí la canción es un género supremo. Hago diferentes géneros, diferentes estilos, decir la canción reúne todo el resto de los subtítulos”, señala convencido, y agrega una definición: “es aquella cosa donde uno le pone lo mejor de sus melodías, de sus armonías, de su poesía, de su música, y como si esto fuera poco le agrega su pasado, su presente, su futuro, su historia y su vida misma, para mí eso es la canción, y si a eso que estás haciendo, llega alguien del otro lado y la escucha, el círculo cierra de una manera maravillosa y no hace falta nada más”.

Si bien en sus inicios hizo folclore y tango, siempre trató de ampliar su enfoque artístico. A lo largo de su carrera, ha compuesto en su mayoría temas propios o de personas que estaban en su banda, evitando hacer covers o versiones de otros artistas.

«La mayoría de ellas son experiencias que he vivido o que han sido parte de la vida de alguien más. Para un artista, es un halago enorme cuando alguien se identifica con lo que uno transmite a través de su música», expresa el artista.

En el video de la canción «Boleto Abierto», también cuenta con la participación especial de Carlos Funes, un referente artístico de la zona de Concarán, quien había compuesto una canción para la estación.


Producción visual: Leo Tettamanzi
Producción audio/musical: Ariel Hernández

«Me pareció sumamente apropiado compartir este momento musicalmente. Fue un honor tenerlo presente, y su recitado quedó simplemente hermoso».

Aunque la mayoría de sus creaciones son un ejercicio introspectivo, Jorge es consciente de que hay alguien al otro lado escuchando, por lo que procura no escribir de forma inentendible o literariamente inalcanzable, pero tampoco lo hace de manera obvia o común. Busca crear letras y música con matices, pero que sean accesibles y se conecten con el público.

«Las canciones de letras críticas y cerradas no son de mi agrado, ya que solo las entiende quien las crea o, peor aún, pueden quedar incomprendidas. Es más poético, amplio y cercano a la persona que escucha cuando las canciones son comprensibles», enfatiza Jorge.