María Jesús Bustamante
Mi nombre completo es María Jesús Bustamante. Tengo 42 años y nací en Villa Mercedes, provincia de San Luis. Mi padre se llama Oscar Hugo Bustamante. Fue un reconocido deportista de nuestra ciudad y campeón argentino de jabalina. También fue muy conocido como el dueño del bar Mariani, que estaba frente a la plaza Pedernera. Mi madre se llama María Magdalena Millot y era profesora de educación física y de idiomas. Tengo 3 hermanos: Sebastián, Daniela y Jimena Bustamante.
Hace 17 años que estoy en pareja con Ariel Garro, un reconocido músico y profesor. Tenemos un hijo de 7 años llamado Nipur Garro Bustamante.
Crecí en el barrio centro y tengo los mejores recuerdos de ahí. Jugábamos con todos los niños en la plaza Pedernera. Ese era mi lugar favorito, vivía en la plaza. Recuerdo que a las 12 de la noche, mi padre silbaba desde la vereda del bar y yo regresaba a casa. Jugábamos a los tortazos con barro, a las bombitas, nos trepábamos a los árboles. Fueron los mejores tiempos de mi niñez.
Realicé mis estudios primarios en la escuela Sagrado Corazón, donde hice jardín y primer grado debido a que mi madre era profesora en esa escuela. Luego, continué en la escuela Mariano Moreno para completar la primaria. Hice el secundario en el Colegio Nacional y finalicé mis estudios en la Escuela Normal.
Mi madre me llevó a clases de danza cuando era niña, a los 7 años. Ahí me di cuenta de que eso era lo mío. No solo me resultaba fácil, sino que también me apasionaba de verdad. Decidí dejar todos los deportes para dedicarme únicamente a la danza. Estudié con la profesora Graciela Ríos Saiz, quien era muy estricta pero también me impulsaba a mejorar constantemente.
Dar clases de danzas Españolas y Flamenco enriquece mi vida. El año pasado comencé con más fuerza, con nuevas alumnas adultas que hicieron su presentación al final del año y quedaron fascinadas. Para mí, ver a las personas aprender a bailar desde cero y desarrollarse frente al público es una experiencia inexplicable, tanto como bailarina como profesora.
También tuve grupos de niñas en su momento, enfocados en la escuela española. Empecé con 3 niñas que aún están conmigo en el grupo de adultos. Ahí comprendí el valor de la enseñanza, especialmente con los niños, y eso me emociona.
Actualmente, estoy dando clases en la academia Generarte los días martes y jueves de 16:30 a 18:00 horas. Estamos trabajando con grupos de nivel intermedio.
En mi opinión, el flamenco es el baile más personal que existe. Nace en la casa de los gitanos, bailando en los patios de esos viejos caserones. Cada bailarín tiene su estilo y su impronta.
Cuando terminé la carrera de danzas españolas, fui a estudiar a Buenos Aires. Esto marcó una gran diferencia en mi vida, no solo por las materias diferentes, sino también por la interacción con diferentes personas y profesionales. Me di cuenta de lo mucho que me faltaba por aprender y crecer como profesional y persona.
Como profesora y bailarina, siempre intento dar lo mejor de mí y compartir mis conocimientos. Adaptarme al estado de ánimo de mis alumnas y comprender lo que pueden estar sintiendo es fundamental para mí.
Me emociona ver el progreso de mis alumnas en cada paso que dan y que mi familia y amigos me vean bailar. Mi hijo me emociona constantemente.
Además de la danza, el teatro me apasiona. Fui convocada por la Oveja Negra Teatro Independiente a participar en un varieté hace muchos años. A partir de ese día, formé parte de los talleres anuales y obras teatrales del grupo.
La indiferencia de la sociedad ante la violencia cotidiana y las injusticias es algo que me molesta.
En cuanto a gustos personales, disfruto del rock clásico y del flamenco, dependiendo del momento. También me gustan ciertas lecturas puntuales.
En casa, convivo con 4 gatos y 2 perros. Junto a mi hijo, tenemos un patio con un gran jardín y una huerta. Disfrutamos salir a pasear y observar a la gente en la plaza.
De mi padre, aprendí la paciencia, el respeto, la humildad y la importancia de hablar en momentos precisos. De mi madre, aprendí a defenderme y hacerme respetar. Estos son los valores más importantes para mí.
La amistad es fundamental en mi vida, por eso tengo pocos amigos. Aunque parezca contradictorio, valoro mucho cada amistad.
Amo mi provincia y estoy orgullosa de los hermosos lugares turísticos que tiene. Profesionalmente, siempre fui una artista independiente. Aunque no quiero sonar arrogante, creo que merecía un poco más de reconocimiento y espacio.
En Villa Mercedes, hay una gran calidad en la danza en todos los estilos, desde folclore y ritmos urbanos hasta clásico y contemporáneo. En el flamenco, también hay un alto nivel debido al interés y dedicación de los bailarines por aprender y mejorar.
En cuanto a la pandemia, en lo personal la vivimos en familia y la pasamos bastante bien. Socialmente, hubo una variedad de reacciones, lo cual es saludable para mantener el equilibrio. La pandemia nos confrontó con la realidad y nos hizo ver lo que no queríamos ver.