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Raíces y ríos que nos recorren como música

Cholita Carreras de Migliozzi presenta el libro “El Folklore Musical de San Luis”, en ese hecho converge una vida dedicada con amor a defender y difundir el folklore cuyano

“Un pueblo que no mantiene encendida la llama de sus tradiciones está destinado a vivir en la penumbra hasta extinguirse”. Cholita Carreras de Migliozzi

Por Gabriela Pereyra

María Teresa Carreras de Migliozzi, “Cholita”, para el pueblo puntano, presentará un libro este 22 de noviembre, a las 20 horas en la Sala Berta Vidal de Battini, del Centro Cultural Puente Blanco.

Este libro: “El Folklore Musical de San Luis” fue un pedido especial que el gobierno de la Provincia de San Luis le encargó a la pianista, docente, escritora y folkloróloga. A través de la Secretaría de Cultura, a cargo de Silvia Rapisarda, se la invitó a unificar el Folklore desde lo musical, porque si bien hay otras aristas de abordaje, faltaba unificarlo en esta mirada. El producto pasará a formar parte de la prestigiosa Colección del Bicentenario editada por San Luis Libro, y, además del formato papel, estará luego disponible para la comunidad para descarga digital gratuita.

“En este libro van a encontrar tres libros en uno, un compendio de mis tres libros: ‘La Tonada en la Provincia de San Luis’, ‘La Guitarra en la Provincia de San Luis’ y ‘Folklore Musical de San Luis: canto, danzas e instrumentos’. Ahora, no están los tres libros separados, sino que me tomé el trabajo de mezclarlos, siguiendo algunas líneas temáticas, de manera tal que están todos, pero divididos en tres grandes títulos. El Canto, la Danza, los Instrumentos. 

Además le agregué algunas páginas, algunas cosas de este momento, pero hice esas mixturas, volviendo a revisar todo”, describe María Teresa, que agradece efusivamente el apoyo continuo que ha tenido del gobierno de la provincia, ya que es económicamente muy difícil el costo de las impresiones para quienes publican. Estos gestos llegaron siempre sin pedirlos o esperarlos, afirma. De hecho, los tres libros, hoy unificados, ya habían recibido en su momento reconocimiento provincial y nacional por su aporte patrimonial.

Sobre la presentación, le brillan los ojos al contar que siempre lo vive como una fiesta, no como un acto formal. 

“He elegido el Día de la Música (por Santa Cecilia) y el mes de la Tradición para presentarlo, quiero que sea una fiesta. Habrá una presentación formal, unas palabras también de Javier Bautista y luego convoqué a algunos artistas, amigos, podría haber convocado muchísimos más, pero tampoco puede ser tan largo. Así que hay música, tonadas, cantos, ballet, hay bailes, danzas, y quiero que tenga participación el público también. Así han sido siempre las presentaciones. Yo tengo 12 libros y en los 12, los actos han sido así. Y finalmente, voy a tocar el piano. Y alguna cosita voy a dedicar como agradecimiento a la gente por haberme acompañado”.

Que no muera la Tradición

Cholita es una mujer apasionada, comprometida, inquieta, generosa con sus saberes, es patrimonio vivo. Su propia trasmisión oral atrapa a propios y extraños, convocando a esa ronda espontánea que nos recuerda cuando alguien nos contaba historias, nos emocionaba, nos llevaba a viajar con la imaginación. Hoy con sus 80 años recorridos, en una especie de balance se dice: ¿qué es lo que quiero? Que no muera la tradición. Difundir y defender el folklore cuyano.

Describe esa tradición como parte de un río que nos traspasa, nos transforma y se transforma, y en ese transcurrir, ella, reconoce su propio río, el que la marcó desde su primer llanto, ese que avisaba su llegada al mundo. Y en el libro de la tonada lo plasma. “Nací el 7 de febrero de un cálido día de 1943. Los niños nacíamos en la casa, porque así era la costumbre, con una partera. Nazco yo casi a la noche, según me han contado, se calma todo el ajetreo del parto, y cuando yo estoy descansando sobre el pecho de mi madre, buscando calor o alimento, entra a la habitación mi padre, (Emérito Carreras), con una guitarra, se sienta a los pies de la cama y nos dedica una tonada. Y ahí empieza mi vida. Y la guitarra me ha acompañado, cuando él falleció lo despidieron con guitarras, serenatas, tonadas, y espero que el día que me muera, que quiero morir aquí en San Luis, me dediquen una tonada”.

El vínculo con su padre y con el folklore es uno solo, una impronta, sello indeleble que viaja en ella, en sus investigaciones, en su forma de preguntarse: qué opinaría él de esto que hice. Era una figura relevante de la cultura. Militar de profesión, falleció cuando Cholita solo tenía 12 años. Emérito Carreras, en el año 47, fundó el primer Centro Tradicionalista que hubo en la provincia de San Luis. Se llamó “Sauces del Chorrillo”, y congregó a toda la gente amante del folklore para dignificarlo junto a la guitarra. Fundó el primer conjunto que representó oficialmente a la provincia en la Fiesta de la Tradición, en la Capital Federal en 1952: “Los Maruchos del Chorrillo”. 

“Me crié entre guitarras, recibiendo figuras que venían a casa, como Hilario Cuadros, como Félix Pérez Cardozo, el gran artista, todo eso lo he visto, mi papá era una persona representativa del folklore, en un San Luis pequeño”, y suma, “nos enseñó a mi hermano y a mí a leer, a escuchar música, a tener libros, a cuidarlos. Soy una mujer rica, una chica rica, no en dinero, éramos ricos en otras cosas, en cultura, en amistades, en el sentimiento, el amor por la puntanidad, que no existía esa palabra, por el terruño, digamos, por el suelo, por San Luis”.

Cuenta del día que le preguntó por la tradición, ella tocaba el piano desde pequeña y su padre ya detectaba sus inquietudes. Le dio una definición con una cuarteta que nunca olvidó, y allí comprendió la fortaleza y la importancia de la trasmisión oral:

Mi abuelo cantó tonada,
mi padre las aprendió,
y yo la sigo cantando,
esa es la Tradición.

“De estos tres libros, sobre todo el de la tonada y también el de la guitarra, no están escritos ni con una lapicera, ni con la computadora, están escritos con las venas, sinceramente. Y lo digo emocionada  porque aquí está vívido todo aquello que viví con mi padre, la herencia y lo que he seguido haciendo, siempre recordándolo”, dice la autora, profundamente conmovida.

“Porque la tradición es la vida íntima de un pueblo, es la identidad, es la dignidad, es el sentido de pertenencia, el sentido de trascendencia, y yo digo, porqué no, el sentido de eternidad, porque un pueblo que mantiene viva la tradición, está viva la raíz todavía”, recita convencida. Y allí realiza la analogía con un árbol, al que se le ve por fuera, pero que hay que pensarlo desde sus raíces, que es desde dónde se trabaja para los frutos, sus semillas, desde dónde esa tradición continuará.


Ser con y por los otros

Cholita Carreras no deja pasar la oportunidad de agradecer a María Teresa Cangiano, la “madraza” que tuvo, que salió adelante en una época muy difícil y que la acompañó con su arte. También el rol que jugó su marido, ya fallecido, Guillermo Migliozzi, que sin ser del ámbito por el que se movía ella, siempre estuvo allí apuntalando sus búsquedas. Él era físico y ella química, pero se amalgamaron en esto de rescatar la tradición.

“El libro ‘La Tonada…’ es el primer libro electrónico hecho en la provincia. Lo hizo mi esposo. Vinieron a casa un montón de personas de los que están nombrados ahí, a cantar. O sea, que es un libro que está enriquecido con voces y con imágenes. Y así lo presentamos en el Antiguo Templo en el año 2001”, por eso es que esta nueva presentación está dedicada a él y a sus dos hijos, Guillermo y Horacio, que la hicieron abuela de Álvaro y Lourdes, porque nunca dejaron de acompañar e incentivar a que fuera por más. También agradece, como un hito de su crecimiento, el gesto que tuvo al reconocerla, María Delia Gatica de Montiveros.


Libros escritos con alma, corazón y vida, así son los textos que uno encuentra cuando lee a María Teresa Carreras de Migliozzi, pero también de exhaustiva investigación, de valiosa tradición oral, entrevistas, datos y vivencias. 

Una vida dedicada a esta pasión, con libros que nunca vendió, siempre regaló. Imagina que en las manos adecuadas siempre deben servir para ser multiplicadores, no cree en los libros llenos de polvo en las bibliotecas, sino en libros en movimiento como la tradición misma, ese movimiento que hoy la tiene escribiendo un nuevo libro, que con cierta timidez confiesa: “no creo que pueda terminar nunca, porque son memorias y anécdotas”.

La misma timidez la lleva a advertir que esa foto de la juventud, la que ilustra la portada del libro que va a presentar, le da pudor, que no quería, pero la convencieron. Ríe, porque cuando ella era estudiante universitaria encontró esa foto entre los escombros de lo que fuera el primer canal de televisión de San Luis, Canal 2, circuito cerrado, blanco y negro, por el año 63 o 64. En ese tiempo, formaba parte de una especie de “galería de estrellas” junto a muchos más, como José Dimas Leyva y Baigorria Díaz. Cuando ese espacio desapareció quedaron esos escombros, y allí se encontró, por destino quizás, con esa foto que hoy tiene colgada por encima de su piano.

Esta Cholita que no se detiene, que hace docencia a cada paso, que es consultada por jóvenes sobre el nuevo folklore, que prefiere que no haya una materia llamada folklore, sino que los docentes trabajen transversal en las otras materias este contenido, es la misma que se emociona con una tonada, que encuentra puntanidad en las cosas simples, y sostiene una y otra vez su amor por el terruño y la necesidad de mantener encendida, de boca en boca, de gesto en gesto, de abrazo en abrazo, de melodía en melodía, la más profunda tradición.