La Aldea y el Mundo, San Luis

COMPRENDER EL TERRITORIO

Por Soledad Sallenave

Licenciada en Ciencias Biológicas (*)

Llegamos a la cuarta y última entrega. En el recorrido previo, transitamos la idea general de territorio; su complejidad; la necesidad de trabajarlo con un abordaje sistémico para comenzar a comprenderlo en su totalidad y así poder planificarlo y gestionarlo, para lo cual resaltamos que la clave es la constitución de un equipo planificador-ejecutor al interior del Poder Ejecutivo, que coordine y motorice todo el proceso.

La planificación y gestión del territorio cobran vital relevancia en el actual contexto de pandemia que demanda respuestas, ajustes, cambios y decisiones, las que serán tomadas haya o no un marco de planificación desarrollado. Sería mejor tenerlo.

En este momento, todo está puesto bajo la lupa. Es decir, tenemos la oportunidad de fortalecer los aciertos y de dar un golpe de timón en aquellas cuestiones que han ido en detrimento de nuestro entorno y en definitiva, de nosotros mismos.

¿Cómo vamos a seguir produciendo y consumiendo? ¿Qué vamos a producir? ¿Con qué energía? ¿Qué vamos a hacer con nuestros desechos? ¿Dónde vamos a vivir y en qué condiciones? ¿Cómo haremos para lograr una convivencia armónica con la naturaleza? Son sólo algunos de los interrogantes que sobrevuelan la situación sanitaria que prima en este momento.

En términos territoriales, esto implica dar la discusión respecto a la matriz energética; la matriz productiva; la convivencia entre áreas urbanas, rurales y naturales; la conectividad; la accesibilidad; el hábitat y la vivienda; la situación social general y la de los grupos vulnerables en particular, que en momentos críticos como este, son los más indefensos.

La “nueva normalidad” (aquella que de a poco se va instalando en nuestra vida cotidiana), nos encuentra en una situación compleja desde lo económico y social requiriendo de rápidos reflejos para brindar soluciones principalmente a sectores postergados, reactivar la industria, el mercado interno, restituir y generar empleo y activar el consumo.

La inversión pública tiene un rol clave para dar respuestas en este sentido, en tanto y en cuanto se piense estratégicamente para atender a las diferentes características de cada territorio promoviendo la sinergia con el sistema natural.

Tenemos una gran oportunidad para demostrarnos que, parafraseando las palabras del economista Manfred Max Neef, además de saber mucho, también somos capaces de comprender.

Recordando y revindicando las palabras de Yolanda Ortiz[1]: “Es necesaria y urgente una revolución mental, ahora hay que buscar nuevos modelos de producción y de consumo, y mejorar las relaciones de la sociedad con la naturaleza, y de los hombres entre sí. Para cambiar hay que darse cuenta”.


[1] Primera Secretaria de Recursos Naturales y Ambiente Humano del Gobierno de la Nación, durante el tercer mandato de Juan Domingo Perón en 1973.

(Cuarta parte)

“Color al Oleo” de Alejandra Etcheverry, Artista Plástica de San Luis.

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(*) Magíster en Gestión Sostenible del Ambiente