¿Será posible que me pase otra vez lo mismo? ¿Cómo vine a dar aquí? Nunca estuve en este lugar, todo se ve horrible y todo es espantoso, no me animo a preguntarle nada a nadie. Mejor que no se den cuenta de que estoy perdida, que no soy de aquí. ¿Dónde habré dejado el auto? Esto es una barranca y el sendero es muy estrecho; no puedo haber pasado por aquí con el auto, ¿Cómo llegué? Y los niños deben estar asustados porque bajé por un instante, por eso los dejé adentro del auto, entretenidos con sus revistas…
Laberintos del sueño, un relato de la Silenciosa Hilda Pedroza
Las niñas, niños, adolescentes, mujeres y defensoras de los derechos humanos están en peligro en Afganistán desde hace décadas. La violencia machista es extrema y someten a las mujeres a “castigos” por lo que los talibanes consideran transgresiones de la ley islámica.
PROHIBIDO REÍR- Un artículo de Majo Corvalán