Expresiones de la Aldea, Notas Centrales

ECOFEMINISMO

El movimiento social que se fundamenta en el diálogo entre feminismo y ecología, propone accionar e informarse sobre la situación del planeta

Por Majo Corvalán

Carolina Costas es actriz, artivista, parte de Actrices Argentinas, y considera que su forma de accionar es a través del arte.

“Hay dos formas en las que las personas tomamos conciencia, a través del dolor, cuando la crisis te toca directamente, y otra es a través del arte y sobre todo con el humor. Es una forma de decir las cosas y generar conciencia sin exponer a la gente”.

Carolina se define como una persona que está tratando de volver a las raíces desde el poder de la comunicación.

¿Qué es ecofeminismo?

Dice Agustina Grasso (directora del documental Trash) que es un movimiento social que se fundamenta en un diálogo entre el feminismo y el ambientalismo o la ecología. Esto significa que no somos seres independientes, porque necesitamos el agua, el aire y el alimento para vivir.

Los seres humanos se han separado de esto por el avance tecnológico. Dejamos los orígenes y es imposible pensar que la vida humana está al márgen del ecosistema que nos rodea. Somos parte, porque sus procesos naturales nos abordan. Hay distintos tipos de inteligencia, la sociedad patriarcal es lineal, en cambio el ecofeminismo es circular, respeta los ciclos de la naturaleza, las lunas y las facetas porque somos también así. Lo podemos ver cuando menstruamos, donde hay días que podemos estar para adentro, en otro ritmo, aunque nos imponen que siempre tenemos que estar para el afuera haciendo y produciendo. Es importante entender que las personas somos cíclicas y que no todo el tiempo podemos ser verano.

¿En este contexto surge el planteo de la  menstruación sustentable?

Todo esto que sale de nuestro cuerpo lleno de hormonas lo tiramos en vez de registrar lo que tenemos. La sangre menstrual tiene muchas hormonas y está bueno saber que tiene células madre que sirven para curar las heridas, para mezclar con un litro de agua para regar nuestras plantas y como dicen las hermanas mapuches, como oráculo. Tenemos mucha presión por todos lados, hay que tratar de hacer lo que una puede con lo que tiene. No hay que ser patriarcal con nuestras cuerpas, porque si no registramos se genera una desconexión con nuestro cuerpo. Las mujeres somos sanadoras, pero nos han desconectado tanto de nuestra matriz…

¿Qué pasa con el planeta?

Hace unos días hicimos un spot con varios artistas sobre las diez acciones que pueden ayudar al planeta. Salió un informe de la IPCC — Intergovernmental Panel on Climate Change, el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC), que es el organismo de las Naciones Unidas para evaluar la ciencia relacionada con el cambio climático, y que advierte que no hay vuelta atrás y que solo podemos apaciguar lo que se viene con ciertas acciones.

El 37% de todas las emisiones de gases de efecto invernadero proceden del sistema alimentario mundial, ⅘ partes de la tierra de cultivo del mundo se destinan al pastoreo de ganado y esto se logra a expensas de la tala de bosques y el avance sobre reservas de biodiversidad. La sustitución del ganado por vegetales liberaría el 76% de las tierras agrícolas para la reforestación, por eso el veganismo es el camino para no seguir dañando a la biodiversidad.

¿Qué propone el ecofeminismo frente a esta problemática?

Adoptar dietas sostenibles basadas en plantas, especialmente en países ricos, es fundamental para una transición ecológica y climática, porque permitiría mitigar las emisiones y recomponer los ecosistemas a la vez. Otras acciones necesarias son las políticas de conservación de la naturaleza, las prácticas de producción regenerativas y la eliminación de subsidios a actividades perjudiciales.

La educación ecológica en las escuelas se subestima, porque se prioriza la matemática, la lingüística, la espacial (educación física), la visual, etc., pero la que nos lleva a salvar el planeta es la ambiental: si nos quedamos sin planeta no vamos a poder aplicar ninguna de las otras.

Ilustración de las jornadas ecofeministas del Ayuntamiento de Barcelona.

¿Dónde podemos visualizar esta crisis climática?

Estamos en crisis y podemos verlo en las catástrofes que suceden en todas las partes del mundo. En Canadá hubo olas de calor que causaron la muerte de muchas personas, en China hay inundaciones, en Turquía incendios. Esto es consecuencia de la crisis climática y de las personas creyendo que somos el centro del universo. Lo que hay en el planeta no son recursos, son bienes de la naturaleza, y nosotros no somos seres interdependientes de la naturaleza. Nos ha separado tanto el capitalismo que creemos que somos dueños.

El 18 de agosto llegó al Congreso la marcha por los humedales, ¿no?

Sí, para exigir que se trate el proyecto de ley de humedales porque están desapareciendo, sólo en el 2020 se perdieron 1 millón de hectáreas. Queremos que el proyecto de ley de humedales sea tratado en las comisiones y no vuelva a perder estado parlamentario.

Los humedales están desapareciendo en nuestro país a un ritmo aún mayor que los bosques. Es imperioso que se sancione la ley para preservar la vida actual y de las futuras generaciones de nuestra especie y de la naturaleza toda.

¿Cómo activan las actrices argentinas por estos temas?

Hay muchas comisiones en nuestra organización y además estamos en contacto con mujeres de todo el país. Al empezar esta pandemia nos contaban lo que pasaba en cada provincia, así que decidimos hacer una comisión para visibilizar la crisis climática, porque somos parte y es nuestro territorio.

Las mujeres pobres son las más afectadas porque son las primeras en quedarse sin agua potable, le tirás desechos en la puerta de sus casas, viven en las márgenes, quizás donde van a instalar estas mega granjas, y por ende todo lo que consuman va a estar contaminado. Para luchar contra esto hacemos, spot, performance, y lo que esté a nuestro alcance para visibilizar y concientizar.

¿Hicieron una acción en redes con la consigna #Marlibredepetroleras?

Nuestro mar está en peligro, quieren poner una bomba de Hiroshima en el mar argentino. La empresa noruega Equinor, asociada con YPF, presentó un proyecto para operar frente a las costas de Mar del Plata y otras localidades. Pretenden instalar una plataforma que mide  75 veces la Ciudad de Buenos Aires, si esto sucede el mar argentino enfrenta un grave peligro de derrames de petróleo y consecuencias irremediables para el ecosistema marino.

El método de exploración sísmica es conocido porque cuando se cometen errores causan desastres socio-ambientales. Funciona efectuando disparos submarinos con cañones de aire comprimido que se disparan cada 10 segundos, las 24 horas, durante meses, creando ruidos muy fuertes y que provocan un impacto en más de 300.000 km2, una superficie equivalente a toda la provincia de Buenos Aires. Las ondas sonoras que van al fondo del mar rebotan y son captadas por sensores que decodifican el fondo del mar.

Las consecuencias las sufre la fauna, como la ballena franca austral, los delfines o pingüinos, quienes sufren consecuencias fatales como desorientación, estrés, discapacidad auditiva, lesiones masivas y hasta la muerte por ahogamiento o varamientos. En el último año más de 20 ballenas muertas se han encontrado en nuestra costa.

Cuando se hizo una audiencia, participó por nuestra organización Dolores Fonzi y dijo: “en el contexto de crisis climática en el que nos encontramos, ¿por qué siguen apostando a una matriz energética basada en hidrocarburos, en gran parte responsable de esta crisis? Si seguimos por este camino seguiremos aumentando el sufrimiento y la desigualdad ya existente, por eso decimos que no hay justicia social si no hay justicia ambiental”

Para concluir la artivista insta a accionar e informarse ya que considera urgente la situación del planeta: «sin hacer nada por él podría destruirse».

Ilustración de las jornadas ecofeministas del Ayuntamiento de Barcelona.