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MEMES, EL PODER DE LA SÍNTESIS

Condensado pero con poderosa capacidad de comunicación, el meme atraviesa todos los temas, incluida la literatura

Por Eliana Cabrera

El meme tiene sus orígenes como un concepto teórico que luego, mediatizado por la web. 2.0, se convierte en un género de la web. El término deviene de la llamada “memética”, un campo conceptual ideado por el biólogo Richard Dawkins en 1976, en su libro El Gen Egoísta, donde el investigador reflexiona acerca de los mecanismos de transmisión cultural y llega a la conclusión de que existen unidades de sentido que, una vez producidas, son imitadas y replicadas a lo largo del tiempo y del espacio.

Para la memética, eso es el meme: una unidad de información que conserva en sí misma conductas sociales y las repite ilimitablemente. Al elegir el término, Dawkins realiza una suerte de analogía fonética y conceptual con la palabra “gene”, aludiendo al principio de unidad biológica que forma cadenas y reproduce las características de la especie; los memes, se replican a lo largo del tiempo formando “cadenas” sociales reproduciendo la cultura. La diferencia entre uno y otro tiene que ver con que una unidad es natural e independiente y la otra es una construcción colectiva.

Susan Blackmore, autora del libro La máquina de los memes (2000) sostiene que la imitación es el proceso básico de trasmisión cultural, al punto que considera que la capacidad de réplica es un rasgo distintivo de los seres humanos.

También sugiere que los memes en el proceso de imitación se convierten en icónicos, y mientras más se repiten, más se consolida su sentido en la comunidad. Con la presencia cada vez más fuerte de internet, surgen formas de codificación en plan de imitar las formas dialógicas de la comunicación social.

Los memes se apoderan del espacio, aprovechan la velocidad de circulación y el concepto se viraliza. La acepción más conocida de meme hoy sería la de una imagen, texto o video que se difunde y populariza principalmente por internet con mucha celeridad.

El hecho de que su estructura sea reconocible y que permita que el contenido pueda ser multitemático sugiere otra definición: la de un género icónico-verbal de circulación digital. Sin embargo, para comprender su lógica y el mensaje en sí mismo siempre es necesario conocer el contexto o la referencia a la que se alude en un meme.

Las imágenes que se utilizan son recortes de videos, películas, dibujos animados, noticieros, etc. que representan una idea, emoción o sentimiento dentro de la producción de la que provienen, pero que pueden extrapolarse y convertirse en otros símbolos.

Ese recorte visual/fotográfico, junto con algunas líneas de texto u otras imágenes constituyen el meme y, por lo tanto, un nuevo sentido gracioso y/o reflexivo, pero que no se puede decodificar sin tener la referencia correspondiente.

Un recurso más

En la docencia, los memes comenzaron a ser usados como un recurso más para utilizar en las clases, sobre todo al trabajar en la secundaria. Pupina Plomer es una profesora cordobesa de historia, también creadora de contenidos para la plataforma de Filo News. Comenzó a utilizar memes para trabajar con sus estudiantes sobre la Revolución de Mayo y los resultados la sorprendieron.

Más tarde, disertó en una jornada de Educando al Cerebro sobre el uso de memes en el aula, donde llegó a conocerla parte del equipo de Filo News donde luego le propondrían trabajo. Actualmente realiza EfeMemérides, una columna de divulgación histórica. Otro ejemplo interesante es el de “Memegrafía”, un proyecto ideado por el artista visual mexicano Raúl Moyado, donde realiza una suerte de parodia de las monografías escolares, en Argentina más conocidas como las láminas informativas que solían acompañar las revistas. Las ilustraciones están relacionadas con eventos sociopolíticos recientes de impacto público (aunque también se pueden encontrar sobre sucesos históricos pasados) y dejan entrever un posicionamiento crítico y popular.

En la misma línea, aunque no tan vinculado con la escolaridad, “Memescracia” es un perfil de Instagram donde se comparten memes de contenido principalmente político. Luciano Lahiteau, periodista de Redacción Mayo, entrevistó a la persona detrás de la cuenta, quien prefiere el anonimato. Entre otras cosas, el creador sugiere que “(…) no hay que subestimar al meme en su dimensión política, sobre todo para los jóvenes que no leen los diarios pero les basta con ver un meme que despierte su curiosidad. Eso es algo interesante del meme: cómo conduce al interés por cierta noticia o evento. (…) El meme no desinforma. El meme bien hecho, que extrae información para hacer otra cosa, es una manera implícita de informar”. De modo que, no solo se puede esperar que un meme provoque risa o inspire una crítica social, sino que también son el puntapié para informar o generar interés en distintos temas. ¿Puede hacerlo con la literatura?

“Memepedia literaria”, conocida inicialmente como “Memes literarios“ es una cuenta de Instagram que comparte memes relacionados con libros, autores, personajes literarios y todo lo que tenga que ver con el mundo lector. Algunos constituyen en sí mismos pequeñísimas reseñas o resaltan aspectos específicos de algún libro. De esta forma sintética y condensada, promueven la lectura e invitan a indagar acerca de las obras a las que se hace referencia en los memes.

Sin embargo, hay algo más sucediendo en este recorte de memes específicamente literarios. Además de hacer alusión a libros y autores, pueden encontrarse publicaciones que apelan directamente a los y las lectoras, al grupo de personas que se identifican como tal o “el nicho”. Existen dos movimientos: por un lado, se hace referencia a “situaciones típicas de gente que lee”, comentando y exponiendo lo que el grupo vive en su cotidianeidad. Por el otro, también se encuentran memes que rompen con los estereotipos de “buena lector/a”, realizan parodias, aluden a la dificultad de mantener ritmos de lectura o de comprender algunas obras.

Finalmente, esta variedad de contenido invita a que la cuenta sea consumida tanto por lectores y lectoras habituales como por quienes sienten curiosidad o frustración a la hora de acercarse a los libros.

Alfredo de Jorge es docente y creador de la cuenta de Instagram “Memes Borgeanos”. Allí sube contenido referido exclusivamente a la vida y obra de Jorge Luis Borges. Recientemente participó en La noche de las librerías, donde presentó una charla titulada “Un recorrido por la obra de Jorge Luis Borges a través de los memes”. Sostiene que el consagrado escritor es ideal para el formato, justamente por que su estilo tiene mucho que ver con lo condesado, el uso justo y necesario de las palabras, la economía del lenguaje. Al igual que Pupina Plommer, Alfredo de Jorge es docente y ha utilizado los memes en sus clases, hasta que se dio cuenta del potencial simbólico que tenían y de que una combinación de estos con su admiración por Borges podían resultar en algo interesante, y así fue.

El meme como unidad mínima de información cultural es, pese a eso, infinito. Las posibilidades de intertextualidad entre obras ficticias y hechos reales, cotidianeidad y fantasía o simplemente imagen y texto son tantas que no puede preverse por el momento que el recurso se agote pronto. En realidad, se encuentra en su apogeo y genera interés no solo a nativos digitales sino también a investigadores, docentes, creadores y comunidad en general.

¿Lo curioso? Que el meme se haya constituido como uno de los contenidos virtuales al que, en lugar de afectarle la rapidez y lo efímero de las redes sociales, lo beneficia, al punto de que se sostiene en el tiempo y espacio más que otras publicaciones.

Una herramienta más para seguir hablando y recomendando libros, con lo justo y necesario.