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Grupo Espinillo: El arte de habitar y cuestionar

Por Eliana Cabrera

¿Cuántos lugares recorremos diariamente y hacemos parte de nuestra cotidianeidad? ¿Cuánto conocemos esos espacios y cómo nos influyen? ¿Alguna vez (re)descubrieron algún detalle interesante en la ciudad, que siempre estuvo allí pero que nunca habían realmente observado?

Grupo Espinillo vuelve la mirada y rescata aquello que nuestros ojos rutinarios no habían visto, y nos incentiva a habitar los espacios de otra forma.

Los hermanos Nicolás y Ricardo Morelli son artistas y gestores culturales. Trabajan juntos en Grupo Espinillo, una agrupación desde la cual desarrollan proyectos de arte contemporáneo. El grupo surgió en el momento en que decidieron volver a vivir en San Luis, lugar donde nacieron, después de haber vivido muchos años en Córdoba y en Buenos Aires. Al regresar, hace aproximadamente dos años, comenzaron a pensar qué nombre ponerle a esta dupla de trabajo. “En ese momento fue que nos reencontramos con el Espinillo, este arbusto que es tan característico de esta zona geográfica, y encontramos en él una manera poética de reflejar conceptualmente la manera en que nosotros encaramos el arte contemporáneo. El Espinillo se caracteriza por las espinas agudas que tiene, que hace que lo que esté cerca entre en vilo, se tensione. Nosotros entendemos que el arte contemporáneo, de la manera en que lo encaramos, trata de tensionar las estructuras sociales y culturales para buscar preguntas que habiliten una multiplicidad de respuestas. Encontramos ese lineamiento poético que nos gustó y a la vez también tiene que ver con ese proceso de volver a esta geografía y tomar algo de acá para nombrar el grupo, porque hoy estamos trabajando desde San Luis nuestros proyectos”, relata Nicolás.

¿Cuáles son los propósitos de este grupo artístico?

“Lo que buscamos con Grupo Espinillo es desarrollar proyectos de investigación social y cultural desde el arte contemporáneo, es decir, buscamos cruzar el campo de las ciencias sociales con el campo del arte contemporáneo y, en esa intersección, realizar trabajos que, por lo general, tienen como intención la generación de conocimiento colectivo”, sostienen. Proponen algunas preguntas, algunas tensiones que encuentran en su proceso de investigación y las socializan y comparten a partir del trabajo que realizan en el espacio público, para abrirse al aporte que puedan realizar los demás.

Actualmente están trabajando en un proyecto que denominan “Reconocimiento de Territorio”. Este nace de una situación inicial, “estábamos estudiando historia del arte y llegamos al momento del surgimiento de los primeros Estados Nación y cómo estos incipientes Estados utilizaron la estatuaria en el espacio público como un dispositivo de propaganda, de adoctrinamiento para instalar ciertas estéticas, ciertos discursos que eran los que las clases dominantes querían instalar para ese país. Pero a lo que nosotros nos pasó y nos sorprendió fue que el hecho de recorrer este proceso histórico hizo que ‘aparecieran’ para nosotros las estatuas del lugar que estábamos habitando. Hasta ese momento eran casi invisibles para nosotros, teníamos una relación muy alienada con estos elementos de la ciudad, eran parte del mobiliario urbano como puede ser el banco de una plaza”. (¿Les suena?)

A partir de este proceso de re-conocimiento de las estatuas comenzaron un proceso de investigación que los llevó a generar “derivas” por la ciudad buscando dónde y cómo están las estatuas que están emplazadas hoy en la ciudad de San Luis, en la Plaza Pringles, entre las que se encuentran aquellas obras escultóricas llamadas “las cuatro estaciones”;en cada una de las esquinas se ubica la figura de una mujer que representa el verano, la primavera, el otoño o el invierno, lo que se interpreta principalmente a través de sus ropajes.

Imágenes intervenidas, gentileza Grupo Espinillo.

Ahora bien, ¿qué es una “deriva”? Para Guy Debord, filósofo ideador de la “teoría de la deriva”, se trata de una técnica de recorrido a través de ciertos espacios de forma ininterrumpida, algo similar a un paseo, pero reconociendo que existen efectos de naturaleza psicogeográfica: el contexto urbano influye en la psiquis de las personas y su comportamiento.

Una o varias personas realizan una deriva cuando se desplazan por lugares comunes pero dispuestas a la observación plena, a la percepción de “lo nuevo” y la espontaneidad de “dejarse llevar” por ese territorio. Hacer del azar una guía para re-descubrir espacios comunes que se suelen transitar superficialmente. El poeta Charles Baudelaire hizo popular el personaje de flâneur “paseante”: “(…) contemplar el mundo, estar en el centro del mundo, y sin embargo pasar inadvertido. Tales son los pequeños placeres de estos espíritus independientes, apasionados, incorruptibles, que la lengua apenas alcanza a definir torpemente”.

¿Por qué eligieron las estatuas de la Plaza Pringles como primer lugar de intervención?

“Necesitábamos realizar un recorte espacial del campo de trabajo y la Plaza Pringles se nos presentaba como el lugar ideal a los fines del objetivo de la investigación. Por un lado, hay allí emplazadas 5 estatuas con las cuales nos interesaba trabajar. Y, además, es un espacio neurálgico de la ciudad, hay una gran cantidad de personas recorriendo la plaza todos los días. Nos interesa saber si los habitantes de la ciudad reconocían o no las estatuas emplazadas allí”, comenta Nico. Pensar en su relación las estatuas los llevó a reflexionar sobre el contexto que los une a ellas y cuestionarse cómo habitan la ciudad. Así fue que llegaron a preguntarse “¿Es acaso distinta la relación que mantenemos con las estatuas de la que mantenemos con la ciudad en su conjunto? ¿No recorremos la ciudad como si fuera un espacio reificado, totalmente ajeno a nuestras intenciones y nuestra praxis cotidiana? ¿Cómo podemos desalienar nuestra subjetividad para relacionarnos de otra(s) manera(s) con la ciudad y sus espacios?”.

Este proyecto intenta socializar esas preguntas y tensiones que encuentran y seguirán encontrando a lo largo del proceso de investigación, además de tratar de buscar respuestas colectivas en torno a la ocupación micropolítica que hacemos de los espacios que habitamos. ¿Qué efectos produce la ciudad en sus habitantes, y viceversa?

¿Cómo se preparan para realizar el trabajo? ¿Cómo ha sido el proceso hasta ahora?

Luego de esta primera etapa de investigación se propusieron intentar generar, desde el arte contemporáneo, algún mecanismo que les permitiera hacer “aparecer” a las estatuas en la ciudad, visibilizarlas de tal forma que se produjera en el resto de las personas el mismo efecto de descubrimiento por el que habían pasado. Así llegaron al proceso de trabajo que están desarrollando hoy.

En primer lugar, fotografiaron las estatuas desde distintos ángulos. Luego esas imágenes fueron retocadas digitalmente para lograr la estética que les interesaba que tuvieran las fotografías: imágenes en blanco y negro y con un “clima extrañado”. Luego se imprimieron esas imágenes en formato de 1,20 por 2,00 metros. Para cada estatua se produjeron de tres a cuatro gigantografías con tomas desde distintos ángulos.

Una vez impresas, se comienza el trabajo de intervención en el espacio público. Grupo Espinillo salió a realizar derivas por la ciudad buscando paredes en las cuales realizar las pegatinas. Una vez instalada la fotografía en la pared, se colocó al lado un código QR que lleva a un mapa de la ciudad donde está marcada la estatua de la imagen intervenida dentro de la Plaza Pringles. De esta manera van generando un recorrido en la ciudad, una deriva, entre las pegatinas que realizan y la estatua.

Este proceso está actualmente en desarrollo. Una vez que finalicen las cinco derivas pertenecientes a las cinco estatuas que eligieron para trabajar, van a realizar una publicación con registros del proceso de trabajo y los aprendizajes más destacados que hayan conseguido.

Actualmente están enfocados en continuar desarrollando este proyecto ya que les motiva el involucramiento que observan por parte de las personas que se encuentran con las intervenciones urbanas que están generando, pero también están desarrollando un proyecto en paralelo que consiste en un ensayo fotográfico que publicarán a comienzos del próximo año con una editorial de Argentina especializada en arte contemporáneo.

Pueden seguir el proyecto “Reconocimiento de Territorio” a través de su cuenta de Instagram @grupo_espinillo, o pueden tomarse una tarde para salir a recorrer y encontrarse frente a frente con las estatuas, las pegatinas intervenidas y, por qué no, con más elementos y espacios de la ciudad a los que quizás nunca prestamos atención.