Papeles Secundarios
Por Rocío Cabanes
El feminismo ha logrado transformarse, renovarse y hacerse espacio desde el
origen de la humanidad misma, impulsado por la búsqueda de la equidad entre
los sexos, ya que su desigualdad siempre fue evidente
Porque históricamente hubo que adaptarse a un hombre que ya había ocupado
todos y cada uno de los papeles protagónicos como jefe de hogar, guía espiritual
y político, entre tantos otros.
Solo para ilustrar en el ámbito de la fe:
– En Tailandia existen alrededor de 260.000 monjes budistas, solo 270 son
mujeres.
– En la Iglesia Católica las mujeres no llegan nunca a convertirse en papisas
y literalmente el único justificatorio de no poder ser la cabeza visible de los
fieles es su condición sexo-biológica.
– La fe cristiana ha sido tan dura con las mujeres que en sus textos sagrados
explica que solo se necesitó un hueso curvo sacado de las entrañas de un
varón para crear a un ser que tendría como única función hacer compañía
y “paliar la soledad” del hombre.
“Dios creó a la mujer para paliar la soledad de Adán. Dios dijo: no es bueno
que el hombre esté solo: hay que darle a alguien semejante a él para que lo
ayude y le haga compañía (18). Dios hizo caer un sueño profundo en Adán y,
mientras dormía, le quitó una costilla (21). Y de la costilla, formó a una mujer
(22)”.
Si nos remontamos a la historia, vemos que contrario a una moda o un período
que simplemente va a pasar, el techo de cristal siempre nos incomodó, a
algunas más que a otras.
«Ni Dios, ni patrón, ni marido» era el lema del periódico argentino La Voz de la
Mujer que había sido creado por la puntana Virginia Bolten.
Nacida en 1874, ya con 14 años buscaba la emancipación femenina. Con mucho
esfuerzo (por su clase socioeconómica y su sexo) creó este periódico, que
avisaba a los lectores: “Aparece cuando puede” ya que se pagaba con su pequeño
sueldo como operaria de una fábrica de zapatos. Sus redactoras estaban en
contacto permanente con anarquistas famosas, la francesa Louise Michel (1830-
1905) y la rusa Emma Goldman (1869- 1940).
También, consciente de las luchas de trabajadores en un momento de gran
represión estatal, representa la Federación Obrera Argentina. Más adelante
pierde su trabajo en una refinería por exigir mejores condiciones laborales para
las mujeres, también en 1904 forma parte del Comité de Huelga Femenino
organizado por la FORA .
Virginia no solo ponía su pequeño salario a disposición para la lucha que
encarnaba sino que también su cuerpo, por lo que sufre graves deterioros de
salud . En 1907, fue parte de la huelga de inquilinos y es arrestada nuevamente,
pero esta vez se hizo pasar por uruguaya, mediante la Ley de Residencia ( ley
4.144) es expulsada al Uruguay, donde se reúne con su marido y seis hijos.
Su poder de lucha inspiró a miles de trabajadores y trabajadoras en Argentina y
continuó con su misión emancipadora en Uruguay.
