LA DESPEDIDA
Angela Merkel fue la primera mujer Canciller de Alemania, pero además ejerció un importante liderazgo en la Unión Europea. La historia de la mujer detrás del cargo.
Por Guillermo Genini
Los especialistas en Historia Contemporánea, en Ciencia Política y en Relaciones Internacionales han realizado un gran esfuerzo en comprender el fenómeno que representa Angela Merkel, la primera mujer en ser designada Canciller de Alemania. Este esfuerzo se renueva a pocos días de terminar su cuarto y último mandato consecutivo.
Con frecuencia es comparada con Konrad Adenauer, considerado padre de la Alemania de Posguerra, tanto por su influyente personalidad como por su larga permanencia en el poder. Angela Merkel asumió la Cancillería federal alemana el 22 de noviembre del 2005 y entregará el mando el próximo noviembre, ejerciendo 16 años consecutivos la máxima autoridad del Estado alemán. Revisemos su historia.
Lejos de las aspiraciones políticas
Angela Dorothea Kasner, tal es su nombre de nacimiento, pasó su infancia en la ciudad de Templin cerca de Berlín, que por entonces formaba parte de la extinta República Democrática Alemana (RDA), habiendo nacido en Hamburgo en 1954. Sus padres pertenecían a los sectores profesionales de un pasar aceptable en la sociedad germano oriental. Su padre era pastor luterano y decidió ejercer su labor en la Alemania Oriental y su esposa, una profesora de latín e inglés, lo acompañó en su decisión. Angela se crio junto con sus dos hermanos en el suburbio de Waldhof, a las afueras de Templin, en un ambiente tranquilo de convivencia entre familias con personas con discapacidad. En sus estudios primarios y secundarios se destacó por su rendimiento, especialmente en matemática, ruso e inglés, y pronto manifestó la voluntad continuar estudios universitarios para convertirse en profesora e investigadora.
Durante su juventud no tuvo una destacada actuación en las agrupaciones políticas que caracterizaban al Estado comunista, siendo que formó parte de la Juventud Libre Alemana, la organización oficial de la juventud en la RDA de la que formaban parte la inmensa mayoría de los estudiantes secundarios y universitarios. Sus compañeros de militancia juvenil no recuerdan que Angela se haya manifestado en contra del régimen comunista pero tampoco como un miembro activo en pro de su ideologización, lo cual refuerza la idea que la actividad política no se encontraba entre sus prioridades en su etapa como estudiante.
En 1973 se trasladó a la ciudad de Leipzig para estudiar física en la Universidad Karl Marx. Allí conoció a Ulrich Merkel, estudiante de física como ella, con quien se casó en 1977. El matrimonio no tuvo hijos y se separaron en 1983 pero Angela conservó el apellido de casada pasando a ser conocida como Angela Merkel desde entonces.
Tras licenciarse con una tesis sobre química cuántica, obtuvo una plaza en la prestigiosa Academia de Ciencias en Berlín, donde trabajó como investigadoras en el Instituto Central de Química Física. Radicada definitivamente en Berlín, se doctoró en la Academia de Ciencias en 1986. Siendo parte del cuerpo estable de la Academia recibió el ofrecimiento de ser parte del extendido dispositivo de espionaje interno dirigido por la STASI, la temible policía secreta del Estado, que fue rechazado con discreción.

Un giro en la historia
Cuando la RDA entró en crisis en 1989 Angela mantuvo sus opiniones políticas en reserva. Sin embargo, y como ella misma ha manifestado, la Caída del Muro de Berlín el 9 de noviembre de 1989 marcó un cambio profundo en su vida, que hasta entonces se había mantenido en los previsibles límites de las labores académicas y la adaptación no conflictiva al régimen comunista, actitud que le valió años después ácidas críticas por parte de sus compañeros y opositores.
La Caída del Muro de Berlín la encontró en el centro de la escena. Su carácter reservado, austero y meticuloso no dejaba trascender que ella escondía una voluntad política firme y decidida. Es por ello que sorprendió su decisión de dejar la vida académica para iniciar una carrera política en el agitado ambiente que rodeó los últimos días de la RDA.
El giro en la vida de Merkel fue sorprendente. Hasta noviembre de 1989 no había manifestado resistencia al régimen comunista, pero pronto se unió a Despertar Democrático, un nuevo y pequeño partido político surgido de la efervescencia que daba lugar a la caída del comunismo en la RDA. Su cofundador, Reiner Eppelmann, recuerda que Angela le manifestó personalmente su voluntad de incorporarse a sus filas. Éste se mostró complacido que una mujer joven (por entonces tenía 35 años), y con una excelente formación académica, quisiera incorporarse a su organización que se caracterizaba por la defensa del pluralismo, la libertad y la participación democrática, valores prácticamente ausentes en la RDA.
Pronto el debate político se centró en la unificación de Alemania. Despertar Democrático consideraba que esta unificación debía realizarse de manera inmediata, posición compartida por Angela. En las primeras y últimas elecciones libres y multipartidarias de la RDA de marzo de 1990, Despertar Democrático fue en alianza con la Unión Demócrata Cristiana de Este (CDU en sus siglas en alemán) que ganó el apoyo mayoritario, y formaron parte del gobierno encabezado por Lothar de Maizière.
Merkel consiguió ser nombrada como Vice Portavoz del Gobierno, gracias a sus dotes como expositora y su dominio de idiomas extranjeros. Como en toda carrera política, a las virtudes propias se le debía sumar una cuota de suerte para crecer, y ella la tuvo. El portavoz titular del Gobierno sufría de miedo a volar en avión y Angela lo sustituyó en todas las gestiones que De Maizière debió realizar en esos cruciales meses de 1990 donde se definió el futuro de la RDA. Así, Merkel estuvo presente en las reuniones del más alto nivel internacional en París, Washington, Moscú y Londres, ganando una gran experiencia política y un notable reconocimiento público.
Artífice de la historia
Cuando finalmente se decidió la disolución de la RDA y la unificación de Alemania, Merkel, al igual que muchos miembros del gobierno de DeMaizière, se sumaron a la CDU, el partido del Canciller Hemut Kohl, quien encabezaba las preferencias en las primeras elecciones de la Alemania unificada que se celebraron en diciembre de 1990.
Tras su arrasador triunfo, Kohl debía formar el primer gobierno federal de la Alemania unificada. Su estrategia política consistía en sumar en forma proporcional una representación que contemplara tanto a mujeres como a políticos de la ex RDA. Angela reunía ambas condiciones, por lo que fue convocada por Kohl para integrarse a su gabinete en enero de 1991 como Ministra para la Mujer y la Juventud. Por su destacado desempeño y bajo la tutela de Kohl, en 1994 asumió como Ministra de Medioambiente y Seguridad Nuclear, mientras que simultáneamente ocupó la dirección política de la CDU en su región.
Merkel se unió en pareja con Joachim Sauer poco antes de la Caída del Muro de Berlín y se casó con él discretamente en 1998. Sauer era catedrático de química de la Academia en Berlín y ya tenía dos hijos. Durante estos años había usado el apellido de su primer matrimonio y cuando se casó por segunda vez continuó usándolo pues ya era conocida públicamente como Angela Merkel.
Dentro del proceso de reformas que siguió a la unificación de Alemania y como parte de los gobiernos encabezados por la CDU, Merkel fue escalando posiciones al interior de su partido y logrando el reconocimiento público, lo que le valió acceder a la Presidencia de la CDU en medio de una agria disputa interna con su antiguo mentor. Kohl, quien dejó de ser Canciller en 1998 y quedó involucrado en un escándalo de corrupción, fue criticado por Merkel al manifestar su oposición al financiamiento clandestino de las actividades partidarias. Finalmente, Merkel alcanzó la Presidencia de la CDU en 2000 y fue nombrada poco después como candidata a la Cancillería. Tras un reñido triunfo, asumió como Canciller Federal en noviembre de 2005 con lo que se inauguró la etapa actual, que está a punto de concluir y que pronto será parte de la Historia.
